En medio de la tercera ola de Covid-19 en Hidalgo, el 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud, una fecha que se vuelve significativa, pues el SARS-CoV-2 ataca a las personas menores de 30 años y el aislamiento por la contingencia sanitaria les ha provocado problemas emocionales.
En ese tenor, jóvenes del estado aseveraron que debido a la llegada de la contingencia sanitaria por Covid-19 a la entidad sus rutinas tuvieron que cambiar para prevenir contagios, lo que derivó en afectaciones a su vida laboral, personal y escolar, pues adoptaron comportamientos distintos en la nueva normalidad.
Al respecto, Pedro Sánchez Romero, de 23 años de edad, originario de Pachuca, planteó que el incremento acelerado de casos de coronavirus coincidió con su graduación de la universidad, por lo que se sintió abrumado al no poder salir a buscar trabajo.
“Cuando empezó sí me deprimí un poco, porque dejé de ver a mis amigos y estaba desempleado, entonces no sabía cómo buscar si alrededor todas las empresas estaban cerradas. Ahorita ya es menos, pero sí se extraña no tener que preocuparse por contagiarse y poder estar más en la calle” afirmó en entrevista con Criterio.
Por su parte, Nadia Lizeth Franco Mérida, mujer que acudió a vacunarse contra la enfermedad, aseveró que su vida ha cambiado, ya que ahora no acude al gimnasio por temor a contraer SARS CoV-2.
El joven Oswaldo Ortiz González sostuvo que uno de los efectos adversos que le generó la pandemia fue la pérdida de su empleo, esto porque la contingencia no solo tuvo efectos negativos en la salud, sino también en la economía.
Asimismo, indicó que su actividad física es mínima: “Uno no puede hacer cosas con la misma confianza”.
En tanto, Valeria Tello Montiel, oriunda de Mineral de la Reforma, mencionó que ha tenido altibajos anímicos debido a la falta de socialización con personas de su edad, pues debe de quedarse en casa para tomar sus clases virtuales.
“Soy una persona muy amiguera, entonces me gustaba estar en la escuela, platicar con las personas y andar de acá para allá, pero desde hace más de un año ya casi no salgo para evitar riesgos. A veces todavía me siento triste y busco platicar, aunque sea por videollamada, pero no es lo mismo”, aseveró.
Al respecto, la psicóloga especializada en terapia sistémica Anaid Ferrera indicó que la pandemia de Covid-19 ha evidenciado la poca importancia que se le da a la salud mental y el encierro para evitar contagios fomenta que los jóvenes reflexionen sobre sus sentimientos.
“Afectó de alguna manera porque se dejó de estar en una zona de confort y se pasó a una nueva manera de vivir, entonces si te distraías con tus amigos o en el trabajo, eso era algo que te hacía afrontar o incluso evadir los sentimientos que tenías. El dejar de ver a personas a las que les comunicabas lo que sentías pudo haber hecho que fuera difícil”, afirmó la especialista.
Por su parte, Yoshio Cancino Feria, director del Instituto Hidalguense de la Juventud (IHJ), aseveró que, desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020, se han realizado 600 atenciones psicológicas a miembros del grupo etario por depresión.
Sin embargo, el funcionario indicó que la cantidad puede ser mayor, pues también se realizan intervenciones en las 84 instancias municipales.
Por ello, dijo que la pandemia ha provocado desesperación en el sector, pues ellos anhelan el retorno a la vida “como la conocíamos”.
“Creo que ocurre en todos los grupos, pero particularmente en los chavos. Hoy los encuentros no son lo que antes, en el cine, en el parque, en los cafés, hoy son las redes sociales el punto de encuentro”, agregó.
Dijo que el instituto busca detectar sus inquietudes y frustraciones y poder ayudarlos.
“Uno de nuestros talleres más exitosos ha sido Amor a distancia, porque con la pandemia los jóvenes ya no pueden encontrarse con sus parejas como antes lo hacían”, indicó.
Irving Cruz
Pachuca
