Durante los últimos 20 días, el sistema penitenciario en Hidalgo resintió una racha de riñas, suicidios y hasta la fuga de un preso vestido de mujer.
El incidente más reciente ocurrió ayer en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca, donde un sujeto que permanecía recluido por el delito de feminicidio, fue hallado sin vida.
De acuerdo con reportes de guardias de seguridad, el ahora occiso fue identificado como F.J.R.F., originario de Mixquiahuala de Juárez, quien ingresó al Cereso el 9 de diciembre de 2019 y fue sentenciado a 31 años y 3 meses de prisión; además, dijeron, desde su llegada nadie lo visitó.
El 19 de diciembre, en el mismo penal, se reportó una riña entre dos grupos de internos, donde un reo resultó herido por arma punzocortante; derivado de esto, el joven lesionado fue identificado por sus iniciales como J. M. R., procesado por el delito de asalto equiparado y robo.
El 26 de ese mismo mes, el encarcelado Rafael S.V., de 31 años, originario de Jopala, Puebla, escapó del Cereso de Tula de Allende vestido como mujer.
Otro incidente se registró el 31 de diciembre en el Cereso de Molango, donde se reportó un saldo de dos presos lesionados tras una pelea al interior del penal; al día siguiente, tres individuos que purgaban sus condenas dicho inmueble fueron trasladados a los Ceresos de Jaltocán y Tenango de Doria, bajo el argumento de las autoridades de Molango de “garantizar la tranquilidad del centro penitenciario”.
Emmanuel Rincón I Pachuca
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