El gobierno le ha dado a Pemex luz verde para aplicar descuentos en ventas de primera mano de combustibles y condicionar espacio en almacenamiento a la compra de combustible, prácticas que en condiciones de competencia serían sujetas de sanciones o multas.

Tras la eliminación de la regulación asimétrica a Pemex por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) en diciembre del año pasado, los descuentos, que representan una práctica monopólica en comercialización y distribución de combustibles, ya no son sujetos de sanción.

De enero a junio, los descuentos que Pemex aplica por volumen de compra en el Valle de México aumentaron 29.2 por ciento para la gasolina regular, 16.4 para la premium y 22.2 en el diesel, según datos de la petrolera.

Esto inhibe la competencia, pues Pemex domina 87 por ciento del mercado de gasolinas, según la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

“Pemex ha sido muy agresivo. Los descuentos que aplicará a partir del 16 de julio son para hacer concentración de mercado y dejar fuera de la jugada a los importadores”, dijo un grupo gasolinero que importa combustibles que solicitó el anonimato.

Marcial Díaz, socio de Lexoil consultores, explicó que Pemex tiene la libertad de cambiar sus contratos de venta y establecer su propia política de precios sin aprobación de la CRE.
“Lamentablemente, Pemex dejó de ser un regulado más como lo venía siendo desde 2015. Al haber modificado la regulación asimétrica sin pasar por la autorización de la CRE, se crea una competencia desleal con los otros competidores”, expuso.

“Los nuevos competidores están comenzando desde cero, y no pueden ofertar los descuentos que tiene Pemex por volumen toda vez que ellos apenas se están abriendo al mercado”.

La Cofece señaló que la CRE ha favorecido a Pemex en el mercado gasolinero.
“Las recomendaciones del regulador son muy oportunas pero Pemex ya no tiene regulación asimétrica. Se ve una clara vocación a dominar el mercado”, dijo Díaz.

Otro cambio que le da más poder a Pemex está en la política de almacenamiento, que obliga a comercializadores y distribuidores a tener un mínimo de 5 días, y al concentrar la mayor capacidad en terminales, la petrolera nacional condiciona la venta de “tickets” a compras de combustible.

Díaz explicó que con las ventas atadas de Pemex, acapara el mercado sin haber regulación pareja.
“Al final a Pemex se le abrió un negocio que no tenía contemplado, y sabemos que no hay capacidad de almacenamiento para todos los permisionarios que están operando en México”, añadió.

Karla Omaña
Agencia Reforma