La nueva agenda energética propuesta por el próximo Gobierno presenta riesgos de crédito para Pemex, advirtió Moody’s Investors Service.

El plan para controlar los precios del combustible, las inversiones directas para construir o mejorar las refinerías y retrasar potencialmente las subastas de petróleo y gas agrega incertidumbre sobre si Pemex puede continuar aprovechando los precios favorables del petróleo y el sólido apetito de inversión de las compañías extranjeras, explicó.

La calificadora indicó que el mayor riesgo financiero para Pemex involucra la construcción de dos nuevas refinerías, con una capacidad de producción de 300 mil barriles por día cada una, asumiendo que la petrolera sería responsable de su construcción y propiedad.

Nymia Almeida, vicepresidenta senior de Moody’s, señaló que los excesos de costos son comunes y las nuevas refinerías pueden terminar costando múltiplos de presupuestos originales.

“Si los planes de la refinería entran en vigencia, lo cual no está del todo confirmado, debilitaría las métricas de crédito de Pemex para financiar dicha inversión con deuda, al tiempo que desviaría fondos que la compañía necesita gastar para ayudar a aumentar la producción de petróleo y gas”, mencionó.

Otro riesgo para las finanzas de Pemex se deriva de si el próximo Gobierno controlará los precios del combustible.

Los precios del crudo han aumentado y el peso más débil ha encarecido la producción de combustible. La empresa compra crudo en dólares estadounidenses, independientemente de si es producido o importado, señaló Moody’s.

Actualmente, los impuestos representan aproximadamente el 30 por ciento de los precios del combustible en la bomba.

La nueva Administración podría ajustar los impuestos para mantener la estabilidad de precios, pero los cambios en los precios del combustible en línea con la inflación plantean incertidumbre en el flujo de caja para la petrolera, señaló Moody’s.

“Las operaciones y la calidad crediticia de Pemex han mejorado lentamente desde 2016, luego de realizar ajustes significativos en sus gastos de operación y de capital”, dijo la vicepresidenta senior de Moody’s.

El tercer riesgo, dijo, involucra asociaciones extranjeras y si Pemex tendrá la capacidad de continuar haciéndolo.

Pemex comenzó asociaciones con compañías privadas de petróleo y gas después de que el sector se abrió a la inversión extranjera en 2014 y cerró su primer campo en 2016, destacó la calificadora.

Hasta marzo, Pemex tenía más de 106 mil millones de dólares en deuda con pasivos de pensiones de 64 mil millones. Además, tiene una alta carga tributaria, de alrededor del 70 por ciento de su Ebitda, lo que limita su capacidad de inversión.

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Agencia Reforma