Este 5 de julio, el Acueducto del Padre Tembleque cumplió cinco años de haber sido nombrado patrimonio mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), por lo que hasta el 8 de julio serán desarrolladas diversas actividades culturales para conmemorar la fecha.
El secretario de Cultura en Hidalgo, José Olaf Hernández Sánchez, señaló que el complejo hidráulico representa uno de los más de mil sitios protegidos por la organización internacional como son las pirámides de Egipto, Machu Picchu, la muralla China, El Vaticano, Teotihuacán, Chichén Itzá o el Centro Histórico de la Ciudad de México.
“Por eso, es altamente digno celebrar su incorporación a la lista de patrimonio cultural”, expresó.
Por su parte, su homóloga de Estado de México, Marcela González Salas, expresó que el acueducto integra paisajes e infraestructura de suma importancia; “es el trabajo solidario de una población: llevó agua de Hidalgo a Otumba, Estado de México, y eso permitió a la gente no tener sed. La construcción sigue abasteciendo de agua a varios municipios”.
De los más de 48 kilómetros de la arquería, Zempoala concentra el 52.93 por ciento, mientras que Axapusco, el 27.94; Nopaltepec, 8.69, y Otumba el 10.42, todos del Estado de México.
El monumento también contempla manantiales y ojos de agua, arcos simples y dos arquerías más; canales, cajas y tomas de agua, areneros, sifones y aljibes, así como conventos y capillas, haciendas pulqueras, instalaciones ferroviarias y un paisaje cultural magueyero-pulquero.
Las actividades pueden consultase en las redes sociales de la Secretaría de Cultura; el objetivo es que la población conozca la historia y relevancia del complejo hidráulico construido en el Virreinato.
El programa incluye videoconferencias, documentales, entrevistas, presentación de libros como El Acueducto del padre Tembleque, agua, humanismo y labor comunitaria en el altiplano central mexicano y En busca de agua para no morir de sed, además de conversatorios.
Adela Garmez
Pachuca