Con el homicidio de un trabajador del volante, ocurrido la noche del domingo en Santa Elena Paliseca, comunidad de Cuautepec, suman cinco asesinatos registrados este año en municipios de la región del Valle de Tulancingo, incluido el hallazgo, dentro de una represa en Acatlán, de un cadáver embolsado.
La primera muerte violenta de 2019 se presentó el 22 de enero dentro del panteón de la comunidad Cima de Togo, en Cuautepec, donde un hombre de 35 años de edad, tras acudir a un sepelio, recibió un balazo en la cabeza sin que sus familiares lograran identificar al responsable.
El 28 de enero, autoridades policiacas confirmaron la presencia de un cadáver putrefacto semienvuelto en lo que, a simple vista, parecía ser una bolsa plástica color negro, el cual flotaba en una represa ubicada al margen de la carretera Acatlán-Huasca.
La mañana del jueves 31 de enero un sujeto fue encontrado sin vida, atado de pies y manos, en el camino de terracería que pasa a un costado del cuartel general de la Dirección de Seguridad Pública de Tulancingo.
Al momento del hallazgo, franelas de color blanco y gris rodeaban el cuello del varón, quien sostenía en su mano una cobija anaranjada, mientras que a la altura de sus tobillos había una sábana blanca y un lazo amarillo.
La tarde del viernes 1 de febrero, en la colonia San Antonio Farías de Tulancingo, dentro de una zanja fueron localizados los cadáveres de dos hombres, uno encima de otro; los sujetos estaban ensangrentados y tenían huellas de tortura.
María Antonieta Islas
Tulancingo
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