Ana Karen acudió desde temprana hora ayer al módulo para la detección de Covid-19 mediante pruebas rápidas, instalado en la plaza comercial Gran Sur, al sur de la capital hidalguense.

Aseguró a Criterio estar preocupada porque tuvo contacto con un posible enfermo de coronavirus. Indicó que, a pesar de haberse mantenido en confinamiento, quiere descartar la presencia del SARS-CoV-2 en su cuerpo. Agregó que decidió practicarse el test porque vive con una persona que tiene alto riesgo de contraer Covid-19 y externó su descontento porque la movilidad en Hidalgo no se ha reducido, lo que deriva en mayores contagios.

En tanto, Daniel se formó poco antes de las 09:00 horas. Acudió porque ha presentado síntomas y, al ser padre de familia, prefiere descartar que haya contraído el virus. Mencionó que se mantiene en aislamiento desde hace 40 días y realiza trabajo desde casa.

Criterio observó que, para practicarse la prueba de detección, se toma la temperatura al interesado, pasa a un módulo en el que piden que se desinfecte con gel y pasa sus manos a través de un orificio.

Posteriormente, personal del módulo pincha el dedo para extraer gotas de sangre que son colocadas en un dispositivo que valora si el SARS-CoV-2 se encuentra en la muestra. El resultado queda en 20 minutos.

Ayer, el subdirector de la Jurisdicción Sanitaria 10 de Huejutla, Abel Abraham Sánchez, informó que el domingo se instalaron dos casetas de este tipo: en la plazuela Juárez y en la de 21 de Mayo, en el centro del municipio, además de otra en San Felipe Orizatlán.

Asimismo, en Tulancingo se dispuso de dos módulos: uno, en el jardín La Floresta, y otro, en la antigua sede de la alcaldía.

(Con información de Juan Carlos Villegas, María Antonieta Islas y Francisco Bautista)

Redacción I Pachuca

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