que hace unos días un tribunal colegiado ordenó a la Unidad de Inteligencia Financiera, a cargo de Santiago Nieto, descongelar las cuentas que retuvo de la Universidad Autónoma de Hidalgo, por 151 millones de dólares, las cuales ahora representan casi 3 mil 500 millones de pesos, que, según Gerardo Sosa, presidente del patronato de la UAEH, son de los jubilados. Veremos si es que la UIF se queda con las manos cruzadas o da a conocer más detalles de la investigación presunto lavado de dinero, la cual, hasta el momento, no se ha dicho que se detenga. Otra pregunta al aire es ¿si las cuentas de Sosa Castelán y del rector Adolfo Pontigo Loyola también fueron descongeladas?

–

que aun cuando el gobierno pide que los hidalguenses se queden en casa para no colapsar el sistema de salud, su secretario de Contraloría, César Román Mora, tiende a desacatar estas indicaciones y dio la orden de que su personal se presente a laborar en los filtros de seguridad instalados por la Secretaría de Seguridad Pública del estado; como consecuencia ya hay personal de la Contraloría infectado.

–

que alguien en la secretaría de Seguridad Pública municipal tuvo la buena idea de difundir en los grupos de Segurichat el descubrimiento de aparatos para la retención de dinero en cajeros de la ciudad. Vaya, además de mandarlos a las dos de la mañana, ya alertaron a los ladrones para que no se acerquen a los cajeros a buscar el dinero y puedan ser identificados. ¿quién tiene tantas ganas de publicidad?

–

que a diferencia de la Asamblea de Pachuca, la de Mineral de la Reforma ha realizado las sesiones, que por ley deberían ser públicas, en lo oscurito, pues con el pretexto de la epidemia por Covid-19, dicho cuerpo colegiado encabezado por Raúl Camacho Baños, ha aprovechado para mantener en opacidad las sesiones de Cabildo, por lo que los ciudadanos desconocen los temas abordados en ellas y cómo los benefician.

–

que algunos contralores de las universidades en el estado poco ayudan; con látigo y careta de policías, solicitan datos personales de los trabajadores para investigar si están trabajando en esta contingencia; todo estaría bien en sus funciones sino estuvieran de por medio la garantía de seguridad de los ciudadanos y cómo sino tuvieran trabajo que cumplir por parte de la SEPH para salvar el curso escolar, ahora los maestros y muchos burócratas tienen que llenar nuevos formatos para otra dependencia que los monitorea.