Trabajadores de un taller de féretros informaron que debido a la pandemia su producción ha incrementado, ya que anteriormente producían 18 ataúdes por semana; sin embargo, refirieron que ahora realizan 34 sarcófagos en el mismo periodo, lo que representa un aumento de 88.8 por ciento.
Claudio Rivas Martínez y Anselmo Rivas Rincón, empleados que laboran en Doxey, comunidad de Tlaxcoapan, señalaron que ellos solo entregan la caja en madera a su patrón, José Jiménez Hernández, que es quien le da los acabados al producto y lo comercializa entidades del centro de la la República.
Rivas Martínez dijo que, pese a estar en lo que ellos llaman temporada baja, en los últimos tres meses Estado y Ciudad de México se han convertido en los principales compradores de ataúdes, ya que en sus sectores se han incrementado los fallecimientos a causa de la pandemia de coronavirus (Covid-19).
Debido al aumento de su producción, dijo Rivas Rincón, el precio de los insumos para la creación de féretros también ha incrementado.
“Por ejemplo, las hojas de chapa, que antes conseguíamos en 300 pesos, ahora nos llegan a costar 330 o 350 pesos”, señaló.
No obstante, comentó que ellos intentan evitar que el alza en los costos los perjudique, por lo que también incrementan el valor de su producto final.
“Si a nosotros nos encarecen los materiales, nosotros se lo ofrecemos al patrón un poco más caro”, externó.
Miguel Á. Martínez
Tlaxcoapan