Artistas marcados por la vida
 
Hace (56) meses
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Foto: Agencia Reforma

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Dicen que nadie debería avergonzarse de sus cicatrices, pues son testimonio de una prueba de vida superada. Y, en el  caso de algunas celebridades, esas marcas se volvieron su sello distintivo y hasta parte de su atractivo físico.

Inclusive, como en el caso de Jason Momoa, la que tiene en la ceja izquierda le ha ayudado para conseguir algunos de los papeles más importantes de su carrera.

A continuación te presentamos las historias detrás de algunas de las cicatrices más famosas en el mundo del espectáculo.

Jason Momoa

Aunque hoy es casi su distintivo, la marca que el intérprete de Aquaman tiene en la ceja es relativamente nueva, pero gracias a ella su rostro adoptó ese halo de peligro que le valió quedarse con papeles de hombres rudos, como Khal Drogo en Game of thrones y Conan en el remake de Conan el bárbaro.

“Fue algo loco. Un tipo me estrelló una botella en la cara. Necesité 140 puntos de sutura en el rostro. Eso me ayudó a conseguir papeles de hombres malos.

“No crece ya la ceja. Lo bueno es que me casé antes de eso, así que, si no le gusta a mi esposa, pues… De hecho, le gusta”, dijo a Access Hollywood en 2011.

Joaquin Phoenix

Al nuevo intérprete del Joker lo define su talento histriónico, que lo ha llevado a ser nominado al Óscar en tres ocasiones, y su cicatriz en el labio superior.

Aunque por mucho tiempo se especuló que era resultado de una operación de labio leporino, el actor dice que nació con esa marca.

De acuerdo con algunos médicos, se trata de una condición conocida como microforma labial, que en ocasiones se extiende a la altura del orificio nasal.

Kaley Cuoco

A la estrella de The big bang theory nunca le ha apenado mostrar la gran cicatriz que tiene en el pie, quizá porque le recuerda que está viva, luego de que, en 2010, sufrió una caída de un caballo.

Aunque al principio se rió porque no le pasó nada, el equino saltó y aterrizó sobre la pierna de la actriz. Quedó tan destrozada, que estuvieron a punto de amputársela.

Según contó a Ellen DeGeneres, al final los médicos le colocaron barras de metal y pasó dos semanas en el hospital. Para no tener que justificar su herida en la serie, hicieron que Penny, su personaje, fuera bartender y así solo la tomaran de la cintura para arriba.

Sharon Stone

Tal vez no la hayas notado, pues regularmente se la cubre con maquillaje, pero la actriz tiene una dramática cicatriz en el cuello, producto de un accidente en su infancia.

Al ir paseando a caballo, el animal se dirigió hacia un tendedero de ropa, el cual le abrió el cuello. La marca que le quedó se volvió tan popular durante un tiempo, que sus fans le crearon su propia página web, SharonStonesScar.com, actualmente fuera de línea.

Harrison Ford

El actor es otro ejemplo de que hay ciertas marcas que, lejos de representar un defecto, se convierten en un distintivo. En su caso, hablamos de la cicatriz que desde su juventud luce en la barbilla.

“Fue en un choque a gran velocidad, de un modo bastante mundano”, dijo a Parade Magazine.

El accidente ocurrió en 1964, cuando el actor se dirigía a su trabajo en una tienda departamental e intentaba colocarse el cinturón de seguridad. La maniobra le hizo perder el control del auto, se estampó contra un poste telefónico y su rostro golpeó contra el volante.

Ford pasó varias horas a la orilla de la carretera, sangrando, hasta que alguien lo llevó al hospital, donde, según cuenta, le practicaron “una inepta cirugía de emergencia”.

Dermot Mulroney

Si tu nombre no te suena, quizá lo recuerdes mejor como el hombre al que Julia Roberts trata de robarle a Cameron Diaz en La boda de mi mejor amigo.

En lo que seguramente muchos coincidirán es que la cicatriz de su labio superior hace más seductora la sonrisa del actor, quien tiene bien presente el día en que se la hizo.

“Tenía tres años y medio y les llevaba un plato a nuestros conejitos. Me tropecé, el plato se rompió y aterricé sobre los vidrios. Definitivamente me acuerdo de ese día, aunque tuviera tres añitos. Ciertamente tiene un lugar en mi rostro, justo debajo de mi fosa nasal derecha. Ahí es donde pertenece”, contó.

Kylie Jenner

Si bien muchas chicas sueñan con parecerse a ella, lo cierto es que la socialité también tiene algunas imperfecciones… las cuales la han vuelto “más perfecta”.

Y es que la joven empresaria presume con orgullo una gran cicatriz que tiene en el muslo derecho, herencia de un accidente de la infancia.

“Cuando tenía cinco años, mi hermana (Kendall) y yo estábamos jugando a las escondidillas, y yo me subí a una verja bien alta.

“Cuando no pudo encontrarme, tuve que saltar sobre una punta afilada de la verja, me resbalé y la punta se me clavó en la pierna. Traté de jalar para liberarme, pero eso solo me abrió más la pierna”, contó a la revista GQ.

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