El portero Juan Pablo Carrizo volvió a ser decisivo en una serie de penaltis que ganaron los Rayados de Monterrey.
El argentino le atajó un disparo al jugador del Pachuca Víctor Guzmán, preparando el camino para que Jesús Gallardo anotara el gol definitivo para avanzar a la final de la Copa MX.

No fue la primera vez que ha hecho algo similar, tan solo repitió lo que hizo en las semifinales de la Copa MX del Apertura 2017 ante el América y en los octavos de final de ese mismo torneo contra los Leones Negros, cuando detuvo dos. Y no se siente especialista.

“Tiene mucho por ganar el portero, porque es el que menos presión tiene en definitiva. Trato de invertir la situación, ayer (martes) adiviné el que le daba la posibilidad a Gallardo de conseguir el pase, pero en muchos me tocó viajar al palo no acertado”, comentó.

“Considero que es una lotería, un poco de intuición, pero al mismo tiempo una lotería en la que está saliendo nuestro número y estamos muy contentos de tener la suerte”, comentó.

En total, han sido cuatro series de penaltis las que ha afrontado con los Rayados. En la otra, contra Querétaro en octavos de la Copa MX del Clausura 2018 también atajó un disparo, pero fue insuficiente, porque el Monterrey
quedó eliminado.

Carrizo ha sido valioso para el club, aunque su rol se ha limitado a la copa, un papel que acepta.

“Yo me preparo siempre para estar 100 por ciento, el no jugar no afecta, afectaría si me entreno mal, si pongo mala cara, de esa manera se me complicaría mucho más la situación. Lo que habla es el campo, te toque 90 minutos o 20 o cada mes, lo que hoy me toca asumir en el Monterrey”, dijo.

“Como todo jugador, queremos más espacio porque vivimos de esto, porque nos gusta estar en el campo, pero también somos profesionales y aceptamos decisiones, eso es formar parte de un grupo y no siempre es en favor de lo personal y funciona”, remató.

Fernando Vanegas I Agencia Reforma