Cruz Azul aún tiene resaca de los fracasos del final del año pasado, tras arrancar el Guard1anes 2021 con derrota 1-0 ante Santos, en el estadio Corona.

La Máquina no pudo con unos Guerreros que ofrecieron poco al ataque, mermados por la salida de su goleador Julio Furch, y el club cementero demostró que aún arrastra fantasmas recientes.

Un disparo de media distancia de Diego Valdés, al 60’, fue suficiente para que el club lagunero dejara tendidos a los celestes, en el debut del técnico Juan Reynoso, quien apenas pudo trabajar una semana con el equipo.

Él, el director deportivo Jaime Ordiales y el presidente Álvaro Dávila tienen mucha tarea por delante si no quieren que Cruz Azul vuelva a ser el hazmerreír de la Liga MX.

A la Máquina del timonel peruano no solo le faltó futbol, también careció de garra y lució con mucha desconfianza, producto de su fatal eliminación en semifinales de liga del torneo pasado y en cuartos de la Concachampions. El portero y capitán Jesús Corona mostró dichas inseguridades desde el 5’, cuando tapó con dificultad un disparo poco exigente de Juan Otero y, 12 minutos después, Jesús Ocejo casi le roba el balón tras hacer una mala recepción, dejando al atacante con el arco abierto.

La Máquina apenas avisó con un disparo de Rafael Baca, al 8’, que exigió la estirada de Carlos Acevedo.

Valdés entonces abrió el marcador en un contragolpe, un minuto después de un remate de Jonathan Rodríguez que tapó Jonathan Díaz, en la línea de gol, en la opción más clara que tuvo el campeón de goleo del torneo pasado.

El Cabecita no tuvo balones a modo pero tampoco supo desequilibrar. En plena frustración celeste, un ansioso Luis Romo se hizo de palabras y manoteó con Fernando Gorriarán, por una falta, al 77’.

Sin confianza, con apenas una semana de trabajo y sin refuerzos, a Reynoso no le quedó de otra que meter a Santiago Giménez, al 58’, pero de poco sirvió.

Cruz Azul demostró que hasta puede ir al revés en los refranes, porque lo que mal acaba, mal empieza, y así su Año Nuevo.

Félix Zapata I Agencia Reforma