Pasaron dos meses desde que el estelar pasador de la “Estrella Solitaria” se fracturó la clavícula izquierda en el choque de la semana dos contra Águilas de Filadelfia; desde entonces, la franquicia azul y plata no conoce otro resultado más que la derrota.
De ahí la urgencia por el retorno de Antonio Ramiro Romo, quien apenas la víspera opinó que la temporada no está sentenciada pese a su mediocre récord que los tiene hundidos en el sótano de la División Este en la Conferencia Nacional (NFC).
El quarterback de 13 campañas de experiencia ya había dado muestras de mejora hace 15 días, cuando sostuvo una limitada sesión de pases como preámbulo de esta noticia y el fin de labores para sus reemplazos Matt Cassel y Brandon Weeden, quien se quedó sin trabajo el martes para dejarle su lugar en el plantel oficial.
El jugador de 35 años de edad usaría alguna especie de protección en la zona afectada si se confirma su presencia sobre el emparrillado del Sun Life Stadium, donde se celebrará este duelo por la semana 11 de la temporada 2015 de la NFL.
Por si fuera poco, la esperanza dentro de la escuadra texana aumentó con el informe ofrecido por el portal oficial del equipo: en la práctica también estuvo el receptor Dez Bryant; aunque fue de forma limitada porque aún hay estragos de su lesión en la rodilla y el pie, que lo han mermado en los últimos tres cotejos.
