Redacción | Pachuca

Cuando el quarterback titular de las Águilas de Filadelfia, Carson Wentz, sufrió una lesión a principios de diciembre, parecía que las esperanzas del conjunto emplumado de llegar al Super Bowl morirían. Sin embargo, Nick Foles salió al quite y mostró valer cada centavo que su directiva invirtió en él.

El dueño de las Águilas, Jeffrey Lurie, no escatimó en halagos para referirse al impacto positivo que ha tenido el desempeño de su mariscal en el equipo.

“Nuestra prioridades asegurarnos de que tenemos al mejor jugador posible como segundo quarterback”, declaró el empresario, “ni siquiera me atrevería a llamarlo (a Foles) ‘reemplazo’, porque lo tenemos evaluado como un quarterback muy fuerte. Tiene récord de 18-5 para nosotros a lo largo de los últimos 23 juegos, cuando Nick ha iniciado y terminado el partido”, explicó.

El contrato por dos años y 11 millones de dólares que firmaron con Foles en marzo pasado parecía una apuesta arriesgada; al ser un jugador que sólo sumaba tres apariciones con Kansas City la temporada anterior.

No obstante, Lurie afirmó que estaban seguros de que Foles sería la “póliza de seguros” que necesitarían en caso de que Wentz sufriera una lesión.