Será la entrada más pobre en la historia del Súper Tazón.

La NFL no ha dado a conocer el aforo oficial para el Super Bowl LV del 7 de febrero en el Raymond James Stadium de Tampa Bay, pero Grupo Reforma tiene información que, como máximo, se autorizará el 30 por ciento de la capacidad del inmueble, unos 19 mil 767 aficionados, pues el estadio es para 65 mil 890 almas.

Nunca antes, desde que comenzó el Super Bowl, en enero de 1967, la entrada ha sido menor a 61 mil espectadores, pero la pandemia de Covid-19 llevó a la Liga a tomar medidas drásticas.

Las normas de la NFL para esta edición en Florida, uno de los estados con más contagios en EU, prevén un evento con la menor gente posible y cero fiestas.

“La última cifra que está hoy (ayer) autorizada es del 30 por ciento máximo de capacidad. Esta vez todo será distinto, hay pocos espacios y, por ejemplo, el hospitality no será como en ediciones pasadas”, informó una fuente.

“Cada persona que asista estará en solitario, es la medida autorizada, porque no habrá lugares juntos. Por temas de salud no habrá fiestas, nada antes ni después del partido, y habrá un evento virtual conducido por talento de NFL Network con apariciones de leyendas como Joe Montana, entre otros”.

Hay que señalar que los boletos para el Super Bowl, a cinco semanas de duelo, cuando aún no se saben los equipos que participarán, están algo menos costosos que en los últimos cinco años.

Por ejemplo, el paquete de hospitality más económico sale en 5 mil dólares, cuando en 2020 andaba en 5 mil 500.

Esta vez los periodistas no podrán entrar. Sólo accederán al estadio contadas personas, de las televisoras que tienen derechos de transmisión, y con medidas muy estrictas.

Diego Martínez
Agencia Reforma