Sin Ney en el campo, Brasil demostró que sigue siendo un equipo ordenado y efectivo. Pero la magia de la estrella del PSG siempre hace falta y Tite lo sabe, por eso lo cuidó de cara a la fase decisiva de la Copa América 2020.
Tite dejó fuera a los jugadores que tenían tarjeta amarilla, incluido Neymar, y Brasil cerró su andar en el Grupo B con un empate 1-1 ante Ecuador que rompió la marcha perfecta del anfitrión.
Sin dudas, las piruetas de Ney se extrañaron y ni Gabigol ni Roberto Firmino fueron grandes protagonistas
del juego.
El gol de Brasil lo metió un defensa, Eder Militao, y los dirigidos por el argentino Gustavo Alfaro empataron con tanto de Angel Mena.
El empate cortó el hilo de victorias de Brasil, que goleó a Venezuela (3-0) y Perú (4-0) y venció en la hora y con polémica arbitral a Colombia (2-1). Sin embargo, la Canarinha mantuvo su invicto y con diez puntos cerró
como líder del grupo B.
En una Copa marcada por el silencio de estadios vacíos por la pandemia, y la indiferencia de muchos torcedores que prefieren seguir atentos a la actuación de sus equipos en el Brasileirao, Brasil se muestra efectivo y confiable, pero el jogo bonito aún no aparece.
La copa necesita levantar vuelo, precisa de la magia de Ney y su amigo Lionel Messi. El brasileño y el argentino nunca juegan mal, pero aún falta que metan una quinta marcha para alegrar a millones de hinchas que siguen a distancia los partidos.
Neymar lo sabe, la Seleçao lo necesita concentrado. Y el domingo en Goiania se lo vio dispuesto a alentar a sus compañeros desde la tribuna de suplentes.
“Buena semana para nosotros. Foco, fuerza y fe”, publicó ayer el delantero del París Saint Germain en sus
redes sociales.
AFP I Goiania