Los dos grandes del futbol español: Real Madrid y Barcelona, se clasificaron para los octavos de final de la Copa del Rey, pero sufrieron para eliminar al Alcoyano (3-1) y al Linares (2-1), respectivamente.

Frente al equipo que ya le eliminó el año pasado en este estado de la competición copera, los Merengues se adelantaron en el marcador frente al Alcoyano (de la tercera categoría del balompié español), con un cabezazo del brasileño Éder Militao (38’).

El equipo alicantino no se rindió y logró empatar, con un gran gol de Daniel Vega (65’).

A diferencia de hace un año, cuando el Alcoyano forzó la prórroga para sentenciar la eliminatoria en el tiempo extra, el Real Madrid no se dejó sorprender y se llevó el pase con dos goles afortunados de dos jugadores que comenzaron en el banquillo: Marco Asensio (75’) e Isco (77’) (aunque finalmente quien empujó la pelota a la red fue el portero José Juan).

“Si no luchas aquí, sufres y acabas perdiendo… como el año pasado”, destacó tras el partido el técnico italiano del Real Madrid Carlo Ancelotti.

Por su parte, el Barsa, vigente campeón del torneo copero, tuvo que remontar al Linares con goles del francés Ousmane Dembelé (63’) y del joven Ferran Jutglà (69’), el tanto inicial de Hugo Díaz (19’) para los andaluces.

El primer partido del brasileño Dani Alves en su regreso al Barcelona fue muy accidentado para los azulgranas, sobre todo en la primera parte, cuando el modesto Linares se mostró muy combativo, llegando a adelantarse en el marcador gracias a un buen cabezazo de Hugo Díaz (19’).

Pero el cansancio que se fue acumulando en las piernas de los jugadores locales y, sobre todo, la salida tras el descanso de tres titulares (Gerard Piqué, Frenkie de Jong y Ousmane Dembelé), permitió al Barsa remontar la eliminatoria.

Empató el extremo francés, que sigue sin responder a la oferta de renovación ofrecida por el club, con un zurdazo desde fuera del área que sorprendió al portero ghanés Brimah Razak (63’).

Ese tanto fue un mazazo para el equipo andaluz, que apenas unos minutos después se vio por debajo del marcador en la eliminatoria tras un tanto del joven Jutglà en una buena jugada personal por la izquierda que culminó con un disparo cruzado pegado al palo (69’). No obstante, y pese a no tener ya la fuerza de la primera parte, el Linares no se dio por perdido y pudo haber llevado el partido a la prórroga, pero el disparo de Carracedo se estrelló en la cruceta del arco defendido ayer por el brasileño Neto.

“Fue una victoria de fe”, resumió el técnico azulgrana Xavi Hernández. “Pese al error de concentración que nos costó el gol, no hemos estado mal en la primera parte y luego en la segunda hemos estado más fluidos y pudo llegar la victoria”, añadió.

AFP I Madrid