No necesita telarañas ni colgarse de las paredes, las llaves de Mini Spiderman son el mejor superpoder para instruir a los elementos de la Policía Bancaria e Industrial.

Ante el aumento de casos de abusos contra la autoridad captados en estaciones del Sistema de Transporte Colectivo o en la vía pública, la corporación decidió impartir el taller de acondicionamiento físico y defensa policial, comandado por el pequeño hombre araña, quien acumula 10 años como luchador profesional y siete como elemento de la PBI.

Desde hace unos nueve meses, con el apoyo de su padre, Mini Espectrito, el arácnido muestra algunas técnicas de taekwondo, reducción de movimientos, sometimiento y lucha libre a más de 800 policías.

A las 7 de la mañana, centenares de policías ya esperan formados, muy cerca de la puerta 13 de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca. No pueden ocultar las risas al ver al bajito enmascarado, pero todo cambia conforme avanza la clase.

Después de calentar los músculos y fortalecer brazos y piernas, siguen los ejercicios de sometimiento.

Las sonrisas de los oficiales se convierten en muecas de dolor al recibir algún candado al cuello o cuando sufren un castigo sobre las extremidades, dignos de rendir a cualquier gladiador en un cuadrilátero.

Tras casi tres horas de rudeza, con la ropa llena de tierra y sudor, la cátedra termina para los policías, pues ahora habrá que salir a la calle para afrontar pruebas reales.

Rodrigo Yépez I Agencia Reforma