El hidalguense Víctor Espinoza ha conquistado la cima del deporte hípico en Estados Unidos. Oriundo de Tulancingo, ha sido dominante en las carreras de caballos en los últimos años, y desde Miami, Florida, confiesa que desde joven soñó con ser el mejor y rebasar a los grandes jinetes de la historia, algo que ha ido alcanzando.
“Cuando decidí ser jinete y agarrar esta carrera, pensé ser el mejor, veía a los jinetes triunfadores que eran los mejores y todos hablaban de ellos, pero no quería ser como ellos, yo quería ser el mejor”, expresa vía telefónica y con un tono de mucha seguridad el hidalguense que ha conquistado los más grandes galardones después de una carrera que comenzó como jinete en 1994, ya en los Estados Unidos después de cuidar caballos en el Hipódromo de las Américas de la Ciudad de México.
Y es que Espinoza suma los mejores títulos que hay en las carreras de caballos, siendo 2015 su año de ensueño. Ahí logró lo que en dos ocasiones anteriores se había quedado cerca de conseguir: la Triple Corona Hípica. Montando a American Praroah consiguió una hazaña que desde 1978 no se lograba, siendo el jinete mas grande en lograrlo, con 43 años
de edad.
El Derby de Kentucky, el Preakness Stakes y el Belmont Stakes, las tres gemas de la Triple Corona, fueron conquistadas por el hidalguense, en un momento que recuerda: “No fue nada fácil. Ser un jinete mexicano, latino, que conseguí la triple corona, jamás pensé que iba a estar en esa posición pero siempre tuve metas grandes y esto es gracias al trabajo”.
Pero rememora que gracias a los tropiezos y las duras críticas de las que fue víctima por parte de los estadunidenses tuvo deseos por mejorar y alcanzar lo más alto, lo cual consiguió a base de trabajo y constancia dentro del mundo hípico: “Había tiempos en que no funcionaba, estaba en el piso, había críticas muy duras más por ser latino, pero esos momentos me hicieron triunfar y salir adelante”.
Ahora buscará seguir haciendo historia dentro de las carreras de caballos, montado en el caballo mas caro del mundo, llamado California Chrome, con un valor de 14.5 millones de dólares por las ganancias que ha tenido, como la oportunidad que tuvo este fin de semana en la Pegasus World Cup, en Miami, en la denominada carrera más cara del mundo, ya que tuvo un premio de 12 millones de dólares para el ganador.