Pese a que Pedro Caixinha juró y perjuró hace un par de semanas que estaba en vías de rescatar a su gran fichaje y que éste cumpliría con el año de préstamo que tiene en Cruz Azul, lo que ocurrió esta semana con Carlos Peña cambió definitivamente su destino.
Cuentan que la compra de chelas que hizo El Gullit el lunes después del entrenamiento de La Máquina no tardó nadita en llegar a oídos de su entrenador, y hasta ese momento “valedor”, quien todavía le dio el beneficio de la duda en lo que investigó lo que había ocurrido.
Tras cuestionar a más de uno, y ya con el corazón medio roto, Caixinha increpó directamente a Peña, quien, al verse acorralado, no tuvo de otra más que aceptar lo que había ocurrido.
Caixinha es un tipo con principios muy firmes y otorgar un voto de confianza a sus jugadores es uno de ellos.
El Gullit parece haberlo perdido y de manera patética, apenas unos días después de ser apoyado públicamente por el entrenador, quien ya habría dado el visto bueno para poner a Peña, con todo y sus costumbritas, de patitas en la calle.
La directiva cementera ni siquiera quería ficharlo y lo hizo solo para darle gusto al técnico, quien hoy no puede ya defenderlo con nada.

Directivo en la mira
Para que vean que no sólo en México se cuecen habas, les quiero contar que en Perú la cosa no pinta nada bien para el presidente de la federación de futbol de ese país.
Resulta que el señor Edwin Oviedo anda muy apurado queriendo cerrar un amistoso contra la Selección de Alemania, mientras la justicia de su país lo persigue sin descanso, pues la Fiscalía contra el Crimen Organizado ya formalizó una acusación en su contra por homicidio calificado.
Al máximo dirigente del balompié inca le atribuyen la muerte de Manuel Rimara, dirigente de una empresa agroindustrial, quien falleció en el 2012.
El directivo en cuestión ha tratado de defenderse diciendo que es víctima de una persecución de parte de la Fiscalía, incluso ya contrató un abogado que salió a decir públicamente que no van a poder encarcelarlo porque ya interpuso un recurso legal, buscando darle vuelta al tema.
La situación está tensa en tierras peruanas, cuando ya inició la cuenta regresiva para el Mundial de Rusia, porque hay muchas dudas sobre la honorabilidad de Oviedo, a quien además quieren hacerle un seguimiento muy puntual con el dinero que pueda ingresar por concepto de la participación de Perú en la Copa del Mundo.