Selección Mexicana: 20 años de la derrota más dolorosa
 
Hace (22) meses
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Selección Mexicana

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Nadie daba crédito a lo que estaba ocurriendo en el Estadio de Jeonju, en Corea del Sur, ese 17 de junio del 2002. La Selección Mexicana se quedaba una vez más en Octavos de Final, hace 20 años en el Mundial de Corea-Japón, pero ahora teniendo de verdugo al acérrimo rival, Estados Unidos.

El Tri, que unos días atrás había avanzado la Fase de Grupos como líder, se quedaba tirado en la lona frente a un equipo que no era común que te superara.

Ahora es normal ver a los estadounidenses ganarle al representativo mexicano, como ocurrió el año pasado, cuando se llevaron el título de la Concacaf Nations League y de la Copa Oro.

La Selección Mexicana pagaba así la osadía de verse ya en Cuartos, de pensar que el siguiente rival podría ser la siempre difícil Alemania, sin respetar lo que significaba el equipo de las Barras y las Estrellas, que venía en franco ascenso.

La Selección Mexicana, dirigida por Javier Aguirre, salió desprevenida y pronto se vio abajo en el marcador.

Apenas al 8′ madrugaron al Tri con el cobro rápido de una falta, pues Claudio Reyna despegó por la banda derecha y nunca lo pudo alcanzar Ramón Morales.

El capitán estadounidense metió centro que Josh Wolff punteó hacia atrás, pese a estar marcado por dos mexicanos, para que Brian McBride apareciera sin marca para meter un remate cruzado y abrir el marcador, ante la sorpresa y molestia de Gerardo Torrado y del portero Óscar Pérez.

La historia pudo ser distinta si el silbante portugués Vitor Pereira Melo hubiera señalado un claro penalti en el segundo tiempo, luego de una mano John O’Brien, en un tiro de esquina.

Fue el propio O’Brien quien envió un trazo largo para que apareciera por la banda izquierda Eddie Lewis, quien dejó en el camino a Sigifredo Mercado, antes de meter centro que cabecearía Landon Donovan, para el 2-0, al 65′.

Donovan llegó sin marca siendo perseguido por Torrado pero ninguno de los centrales mexicanos estuvo atento para evitar el remate.

Los aficionados estadounidenses no lo podían creer, muchos menos los de la Selección Mexicana, no sólo los que estaban aquel día en el estadio sino los millones que seguían el juego en la madrugada de México.

El desastre del Tri se coronó con la expulsión del capitán Rafael Márquez, quien buscó el balón con los tachos por delante, pegándole en la espalda baja a Coby Jones.

 

Felix Zapata Guerrero

Agencia Reforma

 

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