Se juegan más que el orgullo
 
Hace (49) meses
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Real Madrid’s Spanish midfielder Isco celebrates his goal during the UEFA Champions League round of 16 first-leg football match between Real Madrid CF and Manchester City at the Santiago Bernabeu stadium in Madrid on February 26, 2020. (Photo by PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP)

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Un inicio de año fulgurante y, de repente, el parón. Zinedine Zidane llega al clásico liguero de hoy entre el Barcelona y Real Madrid dispuesto a comprobar si mantiene su aura positiva, mientras el Bernabéu examina si los progresos de Quique Setién dan para alzar el título.

Líder liguero con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid, el técnico del Barsa afronta su estreno en un clásico en mejor posición numérica que su homólogo merengue, pero con las dudas persistentes sobre su estilo.

Setién llegó al banquillo azulgrana en enero con el buen futbol por bandera: “El mejor camino es jugar bien”, dijo en su presentación un Cruyffista confeso, amante del toque que tanto gusta
al aficionado culé.

Desde entonces, los resultados han acompañado, pero el ritmo de partido sigue generando dudas, especialmente cuando el equipo se pierde en un enorme rondo sin profundidad, como fue el caso del 1-1 contra el Nápoles el martes en Liga de Campeones, en que los azulgranas no dispararon ni una sola vez a puerta en la primera parte.

“Vamos creciendo poco a poco”, afirmó la semana pasada Setién, cuyo equipo sigue dependiendo mucho de las genialidades de Messi, máximo goleador de LaLiga, con 18 tantos.

En favor del exentrenador del Betis, figuran sus dos últimas victorias en el Bernabéu contra Zidane.

En la temporada 2017-2018, ganó al Real Madrid en su feudo 1-0 al frente de los verdiblancos, equipo con el que repitió hazaña la pasada temporada 2-0 en la última jornada de liga.

Una nueva victoria hoy, ahora con el eterno rival azulgrana de los merengues, no solo le permitiría escaparse en liga y borrar dudas, sino que podría despojar a Zidane de su aura de intocable y rubricar una semana negra para los blancos.

El técnico francés y su equipo sufrieron un duro golpe el miércoles al perder en cinco minutos el partido que iban ganando contra el Manchester City, en la ida de octavos de final de la Champions League (2-1 en el Bernabéu).

En una semana, una derrota contra el Levante (1-0) le quitó el liderato liguero y el tropezón ante los Citizens pone muy cuesta arriba el pase a cuartos de la competición europea.

“Durante tres o cuatro meses, lo hicimos muy bien, con muy buenos resultados; ahora, la verdad que los últimos son complicados para nosotros”, dijo Zidane.

Llamado de urgencia tras esa semana negra, Zizou recuperó un equipo en barrena, lo volvió a dotar de solidez defensiva y golpeó delante hasta comenzar en tromba este 2020 ganando la Supercopa de España, en
enero en Yeda, Arabia Saudita.

Pero desde febrero el equipo ha ido apagándose con desconexiones en defensa, mientras delante Karim Benzema, el goleador merengue, parece haberse secado, aunque sigue siendo el segundo mejor artillero del campeonato español, a cinco tantos de Messi.

Otra situación desfavorable para los albos es el hecho de que Eden Hazard, fichaje estrella de la temporada, apenas ha disputado 15 encuentros con el equipo blanco lastrado por las lesiones.

“Lo del domingo (hoy) es una oportunidad de cambiar esto”, afirmó Zidane tras la derrota contra el Manchester City, obligado a encontrar soluciones.

Una victoria ante los azulgranas devolvería a los merengues el liderato liguero y supondría una recarga de moral de cara a Inglaterra.

AFP | Madrid

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