Diego Molina, uno de los tres hombres que se fotografiaron junto al cuerpo de Diego Armando Maradona, se entregó a la justicia.

El empleado de la funeraria estaba desaparecido.

De acuerdo con Olé, Molina acudió a la fiscalía la noche del viernes.

Tanta indignación causó el acto, que barristas de La Doce, la principal de Boca Juniors, hasta lo amenazaron de muerte.

En la fotografía, Molina aparece incluso mostrando el pulgar junto al féretro abierto y, además tocando, la frente de Maradona.

Circularon versiones de que había acudido a un escondite e incluso que ya había caído en manos de los barristas.

No obstante, el hombre se presentó ante las autoridades, acompañado de un abogado, le tomaron sus datos y quedó en libertad.

La funeraria dijo que los tres hombres no eran sus empleados, sino que habían sido contratados para tareas relativas al sepelio.

Claudio Fernández, otro de los empleados que se fotografiaron junto al cadáver, fue el primero en dar la cara.

“Lo estábamos acomodando antes de llevarlo y sacaron la foto. Pido respeto y perdón a todos. Sé que mucha gente se ha ofendido, lo han tomado mal, sé que molestó. En ese momento estaba pensando, con los nervios de que quede bien Maradona. Si vos ves la foto, justo levanté la cabeza porque me dijeron: Flaco. Fue algo instantáneo. Soy de las personas que no piensan en sacar fotos con féretros y fallecidos, por respeto. Jamás pensé que lo iban a subir”, dijo Fernández a Radio Diez.

Staff I Agencia Reforma