Señoras y señores, se jugó el primer partido de la final entre Santos y Toluca en La Comarca, con el estadio lleno, un buen ambiente, un primer tiempo flojo en el que realmente hubo dos o tres jugadas importantes, sobre todo por el Toluca y Rubens Sambueza, quien jugó una primera mitad atinada, pero en general no tuvo mucho futbol en esa parte.
El segundo tiempo fue más intenso, con mejor futbol, por momentos violento. Toluca se puso arriba con una jugada de Luis Quiñones, quien bate al portero Jonathan Orozco en una buena combinación que culminó con un tiro perfecto del delantero de Toluca ante la presencia del arquero de Santos.
Pero como ya todos sabemos y lo hemos visto a lo largo de la temporada, Santos en su cancha suele reaccionar siempre en los últimos 15 o 20 minutos, y faltó que Djaniny Tavares tuviera una pelota a modo -aunque físicamente, por lo visto, no se encuentra bien-, en una mala salida de Alfredo Talavera, un portero internacional y jugador de Selección Nacional, que se precipita cuando el delantero va con un hombre de marca, se lo quita, se quita también a su hombre de marca y empata el partido.
Hasta ahí parecía todo bien, Toluca aguantaba, trataba de llevar el partido con mucha calma, Hernán Cristante se desesperaba, pero crecía más el equipo santista, empezaban a jugar mejor los dirigidos por Dante Siboldi, sobre todo por el lado de Brian Lozano, quien dio un gran partido y fue, para mi gusto, el mejor del encuentro, además de Carlos Izquierdoz, que cada día juega muy bien, y en general el medio campo de Santos trabajó muy bien.
Finalmente, en una jugada justamente por la banda izquierda, Brian Lozano mete un centro que, con la marca encima, y muy presionado, Julio Furch, el argentino, marca el segundo gol desviando la pelota.
Ya en la parte final del encuentro se va la luz, Toluca quiere reaccionar y no puede, hay empujones, hay amonestaciones, el árbitro Fernando Guerrero estuvo más o menos aceptable, tardó en sacar las amarillas, pero a final de cuentas fue un partido típico de Liguilla, donde el local se impone en el último tramo, el visitante se desfonda e intenta manejar el encuentro, cae un poco en violencia, se desespera, Sambueza ya no controla el balón y Santos termina dominando el partido.
El próximo domingo se juega en la cancha de Toluca, y los Diablos tienen que ganar el partido por dos goles de ventaja y no recibir si quieren ser campeones, o ganar 2-0 o 3-1. Si gana 1-0 se empata el partido, hay tiempo extra y serie de penales. Tienen una situación complicada ante un equipo que contragolpea muy bien, Tavares está jugando bien, Furch es muy peligroso y Lozano atraviesa un gran momento.
En Toluca hay desesperación. Cuando Sambueza se desespera y pierde la pelota el equipo pierde los estribos, cometen errores y, ayer, Santos gana merecidamente.
El domingo se decide todo. Vamos a ver quién es el campeón.

José Ramón Fernández I Agencia Reforma