Las oportunidades pasan una vez en la vida y Gallos Blancos no pudo tomar la que se le presentó esta jornada.

El equipo dirigido por Hernán Cristante tuvo en sus manos la posibilidad de lograr su primera victoria fuera de casa para meterse a zona de repechaje, pero sus errores le permitieron al León rescatar el empate 1-1.

Para el cuadro que dirige Ariel Holan fue suficiente haber sacado un punto: a final de cuentas no salieron de zona de repesca y su estratega insistió en que van a recuperar su forma futbolística cuando pueda tener al equipo completo.

Los que abandonaron el estadio Nou Camp con un profundo dolor a cuestas fueron los Gallos Blancos; ni siquiera el gol de Pablo Barrera pudo consolarlos.

Otra vez la falta de concentración pasó factura a los queretanos. Regalaron un penal tras un jalón a Santiago Ormeño, y luego Erik Vera fue el culpable de que Ángel Mena ejecutara nuevamente la pena máxima, que ya había detenido el portero, Washington Aguerre, cuando se metió antes de que el ecuatoriano cobrara; en el segundo intento, el goleador no falló.

Querétaro se fue con la idea de que el arbitraje del novato, Guillermo Pacheco, fue localista, pero no hubo falla del colegiado, las distracciones vinieron de los propios emplumados.

Para los del Bajío fue un punto que le supo bien, mientras que los Gallos Blancos solo vieron cómo se les escapaba entre las manos la oportunidad de meterse al repechaje del Clausura 2022.

Alejandra Benítez I Agencia Reforma