A este América campeón, Miguel Herrera tuvo que sacarlo del hoyo en más de una ocasión.

El Piojo tuvo que trabajar duro para aleccionar, rescatar y motivar a jugadores que eran engranes importantes en su proyecto, pero que lidiaron con problemas en la cancha y fuera de ella.

El primer caso fue Emanuel Aguilera, quien no tardó en recibir la reprimenda del Piojo, luego de cometer dos errores ante Necaxa, tan graves, que le costaron al América perder ese duelo de la jornada 1.

Herrera no pasó por alto la falta de concentración de Aguilera y aseguró que “jalaría orejas” con tal de que no se repitiera. El Piojo mandó al argentino a la banca en el siguiente partido de liga y solo lo utilizó en la Copa MX, donde el zaguero encontró su redención al marcar un doblete ante Veracruz.

Otro jugador reprendido en su momento fue Bruno Valdez. El paraguayo se convirtió en uno de los hombres de hierro para Herrera en su 11 titular. Para la fecha 7, América caía ante Pumas 1-0 desde el minuto 1 y con un hombre menos.

Al 68’, Valdez le propinó una entrada artera, y en medio campo, a Pablo Barrera. El silbante Fernando Guerrero no dudó y le mostró la tarjeta roja, acción que desató la furia de Herrera.

Bruno pasó de ser estelar en el clásico capitalino a ser suplente en los siguientes dos compromisos (Morelia y Puebla), todo por aquella expulsión.

El guaraní picó piedra para volver a la titularidad. Su transformación fue tal que no solo fue sólido en defensa, sino que además se convirtió en el goleador del equipo.

Otro caso especial fue el de Matheus Uribe. El colombiano arribó al Nido de Coapa con el ánimo bajo luego de que, durante Rusia 2018, erró un penal que le costó la eliminación de Colombia ante Inglaterra.

A ello se le sumó que, ya en la fase fegular, Matheus falló un penal de último minuto, que habría significado la victoria en el clásico contra Guadalajara.

El proceso para que Herrera recuperara la mejor versión del cafetalero fue larga, pero llegó justo a tiempo, en
plena liguilla.

No todo fue color de rosa para el América campeón, pero el “Piojo” salvó su barco a tiempo.

Joani Cruz I Agencia Reforma