Cuando comenzaba el semestre que hasta ahora ha sido de pesadilla para Pachuca, Diego Alonso dio una noticia que a todos sorprendió, tanto a aficionados, jugadores, medios y hasta a los mismos involucrados, el histórico portero Óscar Pérez iría la banca y el encargado de proteger la portería de los Tuzos sería Alfonso Blanco; y aunque su comienzo no fue nada malo, hoy no ha podido evitar una verdadera crisis que se vive con el equipo de la Bella Airosa.

Es un hecho que el Tami, no es el único responsable del mal momento que vive el cuadro blanquiazul, está claro que tampoco es uno de los principales; sin embargo, tampoco ha logrado brindar la seguridad a la cual los aficionados estaban acostumbrados cuando el Conejo era el guardameta del equipo y el rechazo es más que evidente.

Blanco ha disputado todos y cada uno de los minutos en el Clausura 2018 y la estadística es cruda y claramente no juega a su favor: seis derrotas, cuatro empates, a cambio de tres triunfos y la escandalosa cantidad de 24 goles recibidos en apenas 13 partidos, lo que tiene a los hidalguenses como la segunda peor defensa del torneo, únicamente por encima del colero Lobos BUAP.

Pocas veces desde que llegó Diego Alonso al banquillo blanquiazul se había sentido tanta fragilidad en la parte baja, hoy la sensación de peligro es constante y es prácticamente un hecho que, si juegas contra Pachuca, vas a anotar al menos un gol, seas el equipo que seas.

Por ahora, los Tuzos están muy cerca de vivir un nuevo fracaso, luego de cuatro partidos consecutivos sin ganar y con un calendario muy complicado en puerta, luce muy complicado que puedan cambiar esa inercia negativa para meterse a la liguilla, pero las matemáticas dicen que están a solamente dos puntos de la zona de clasificación.

Así que Alfonso Blanco tendrá que ser más determinante, porque hasta ahora está reprobando en el difícil examen de suplir a un histórico como lo es el Conejo Pérez.

Marco Iván Patiño I Pachuca