Relata calvario a causa de una trombosis
 
Hace (47) meses
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Nicolás Castillo, delantero del América, relató en una entrevista vía Instagram con Los Cruzados, el calvario que vivió tras sufrir una trombosis arterial, luego de ser intervenido quirúrgicamente del tendón del recto femoral el pasado 28 de enero.

Castillo recibió la primera alta hospitalaria el 9 de febrero, pero días más tarde volvió al nosocomio al presentar sangrado que le obligó a someterse a una nueva operación.

Nico abandonó nuevamente el hospital el pasado 26 de marzo para continuar su recuperación en casa.

“Yo llevo desde enero en cuarentena (risas). Me tocó empezar difícil este 2020, del 28 de enero que estuve en la clínica, después un tiempo ahí y otro acá, desde el 28 de enero en total que no salgo de casa, llevo bastante tiempo. En total fueron casi dos meses.

“Yo fui a operarme por una lesión que tenía en el cuádriceps, tenía el tendón del recto cortado por tanta sobrecarga, por querer jugar con una molestia se me terminó de cortar. El 28 de enero se decidió operarme junto con los doctores, cuerpo técnico, los dirigentes, con todos se decidió operarme porque no aguantaba más el dolor y no estaba bien en lo físico, no daba más”, relató Castillo.

El chileno narró lo complicado que fue lidiar con la recuperación tras la trombosis que sufrió.

“Tenía que operarme o parar cuatro meses para que se regenerara solo el tendón. Decidimos operar y después de eso salió todo, no me acuerdo mucho, yo estaba en el postoperatorio y no me acuerdo de nada, me decían que hacía cosas que no recuerdo. En ese momento me empezó a dar la trombosis, no sentía la pierna, sentía como que me iba a explotar toda la pierna derecha; me decían que moviera el tobillo y el pie, pero no podía. Me durmieron allí mismo, llegó una doctora a la que a la que le agradezco porque me salvó la vida, sacó a toda la gente que estaba en la pieza, me dijo que me tenía que operar de nuevo. Recuerdo que dijo eso y después no me acuerdo de mucho”, relató.

Castillo reconoció que sufrió mucho cuando ingresó al nosocomio por segunda vez.

“Yo comía y dormía, eso eran los primeros días. Esa fue la cuarta vez que me abrían la misma cicatriz. Cuando llegué allá, yo iba inconsciente, venía con la pierna muy inflamada de sangre, entonces me pincharon por todos lados y trataron de sacarme sangre con agujas, como pudieran. Hace tres días había salido del hospital y las venas las tenía todas dañadas, apenas me tocaban y me dolía, cuando llegué me pincharon todo y al final terminaron haciéndolo aquí (en el cuello).

“La sangre que vi fue cuando estaba en mi cama y me llevaron hasta la camioneta. Me agarraron con el cobertor y todo lo que tenía encima. Aparte era blanco y todo lo que veía era eso, blanco con rojo en todo mi cuerpo, me sentía como metido en agua. Eso fue lo peor”.

El atacante detalló cómo lleva su recuperación en casa y el papel que juegan los médicos del América.

“Ha sido lento (la recuperación) porque el músculo sufrió cuatro operaciones, sangrado y un infarto. Tengo una pierna dura como palo. Me ha costado mucho el tratar de movilizarme, con suerte puedo doblar un poco la rodilla.

“Vienen lunes, miércoles y viernes (el kinesiólogo), trato de entrenar lo más que puedo aquí en mi casa, la semana pasada mejoré mucho, tuve un poco de movilidad y ahora que estoy con un poco más de molestia.

“El doctor del club viene todos los días porque tengo que medirme la presión cada cinco o seis horas, tengo medicamentos, los anticoagulantes tengo que tomármelos todos los días, tengo pastillas para la arteria que son todos los días. El doctor viene todos los días, el kinesiólogo tres veces por semana, así que bien, así vamos”, sentenció.

 

Joani Alexis Cruz Martínez I Agencia Reforma

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