La historia de romance entre los pilotos de Red Bull está prácticamente rota, por lo menos es lo que aparenta decir el comienzo de la temporada 2023. La rivalidad entre Verstappen y Pérez es latente, y eso se refleja en las apuestas de Fórmula 1 en cada carrera.

Hemos tenido tres carreras, y en dos de ellas, un coche de cada garaje ha tenido problemas mecánicos. Primero con Max Verstappen, que en Arabia Saudí tuvo que remontar desde la P15. Y luego con Sergio Pérez, que en Australia las cosas fueron un poco peores, puesto que se quedó fuera en la Q1 y tuvo que arrancar desde el pit lane.

Pero desde la primera carrera en Bahréin, ya hemos tenido un indicio de lo que realmente está sucediendo dentro del equipo a pesar de lo que ambos pilotos han declarado a la prensa oficialmente.

Con un auto completamente dominante en este inicio de temporada, parece que del lado de Verstappen se han sorprendido mucho por algo que no esperaban que sucediera. Pérez, prácticamente ha igualado en ritmo a Max. Y esto no es una mera interpretación, lo dicen los datos de ritmo de carrera.

En Bahréin, el neerlandés estuvo menos de dos centésimas por encima, pero en Arabia Saudí, el mexicano se coloco por delante en un rango de más de 8 centésimas. La carrera de Australia es un poco más complicada de comparar por todo lo sucedido, sin embargo, Max se mostró más rápido que el mexicano en un rango estimado de menos de una décima.

Estas condiciones las hemos podido confirmar en las actitudes de ambos pilotos. Para eso podemos recordar el radio de Giampiero Lambiase con Verstappen, cuando en Jeddah le dijo que la vuelta rápida no les importaba en ese momento por el tema de la fiabilidad, a lo que el neerlandés respondió tajantemente que a él sí le interesaba. Tanto así, que consiguió llevarse el punto extra, en una desobediencia más a la orden desde el pit wall.

Del otro lado, podemos poner en la mesa el cuestionamiento de Checo a Hugh Bird, su ingeniero, cuando le pedían redujera el ritmo, a lo que el mexicano respondía, en pocas palabras, que si Max no lo hacía, él no tendría porqué hacerlo, siendo que las condiciones le favorecían por ir adelante y en aire limpio.

A todo esto, le podemos sumar los rostros de los Verstappen, Max y Jos, su padre, cuando Pérez se llevó el podio. Claramente se veían decepcionados, quitando la polémica de las interpretaciones y todo ese embrollo de si Jos no felicitó a Checo y demás, porque ya hemos visto que sí lo hizo como se recogió en la Betway App.

Sin embargo, luego de todo este jaleo en las redes sociales y con los periodistas y analistas, Max tuvo que defender a su padre en unas declaraciones que bien podría haberse evitado, pero que sí dejan claro que las cosas dentro del equipo no están, por lo menos, de la manera en que estaban acostumbrados en ese lado del garaje.

Todas estas situaciones ya las hemos visto antes en varios equipos y con varios pilotos. La más cercana es la que vivió Mercedes en 2016 con la pelea entre Lewis Hamilton y Nico Rosberg, con el alemán saliendo victorioso de una temporada tempestiva para los de Brackley.

Con la nueva actitud de Pérez en cuanto a ya no sacrificar sus opciones por el bien de Verstappen, algo similar podríamos estar viendo, aunque es cierto que el piloto número dos es el mexicano. Sin embargo, de mantenerse cerca de su compañero de equipo, las cosas pueden dar un vuelco y cambiar el status quo de Red Bull, algo que sin duda pondría a toda la Fórmula 1 de cabeza.

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