Monterrey tiene hoy la ocasión de convertirse en el primer club mexicano en clasificarse para la final del Mundial de Clubes, pero para ello está obligado a conseguir algo que nadie ha logrado en la Premier League en casi un año: derrotar al Liverpool.
Desde que los Reds perdieran ante el Manchester City el 3 de enero pasado, el Liverpool no ha vuelto a caer en el campeonato doméstico.
En la segunda parte de la temporada pasada, logró 13 victorias y cuatro empates, una racha que, sin embargo, no le permitió ganar el ansiado título, quedando finalmente a un punto del City.
En 17 partidos disputados esta temporada, la serie es aún mejor: 16 triunfos y un empate. Eso permite a los de Anfield liderar la Premier con 10 puntos de ventaja sobre el Leicester y estar más cerca que nunca de lograr un título que se resiste desde 1990.
El técnico Jürgen Klopp no podrá contar con tres jugadores básicos en el esquema defensivo del Liverpool (los centrales Joel Matip y Dejan Lovren y el mediocentro brasileño Fabinho) y el defensa Virgil Van Dijk, considerado el mejor del mundo, arrastra molestias aunque parece recuperado.
Otro internacional holandés, Georginio Wijnaldum, encargado en principio de suplir a Fabinho, también está ‘tocado’ y podría ser el guineano Naby Keita el encargado de realizar esa función.
Los que no faltarán a la cita, salvo decisión técnica, será el tridente ofensivo compuesto por el brasileño Roberto Firmino, el egipcio Mohamed Salah y el senegalés Sadio Mané.
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Ante el poderío ofensivo de los Reds, el técnico del Monterrey, el argentino Antonio Mohamed, podría dar entrada en el once inicial a jugadores con más experiencia internacional que los que derrotaron al Al Sadd (3-2), como los argentinos José Basanta o Maximiliano Meza o incluso el veterano Miguel Layún.
Lo que no parece que vaya a hacer el extécnico del Celta español es renunciar al estilo de juego que ha llevado a su equipo a disputar la final del torneo de Apertura 2019, en la última semana de diciembre ante el América.
En Monterrey son conscientes que un triunfo ante el Liverpool, además de sorprendente, sería histórico: nunca un equipo europeo ha faltado a la final del Mundial de Clubes y nunca el representante de la Concacaf llegó tan alto en este torneo.
Y esta misma temporada, el Nápoles ya demostró que los de Anfield no son imbatibles, derrotándoles 2-0 en el primer partido de la fase de grupos de la Champions.
AFP I Doha
