Las horas del Big Ben parecen estar contadas, pero él no quiere enfocarse en eso, Ben Roethlisberger vive el momento.

El quarterback de los Acereros de Pittsburgh no quiere hablar del retiro, aunque ya lo ha hecho en su entorno y con la directiva acerera, y todo indica que dirá adiós al final de esta campaña, pero por lo pronto, Ben, quien cumplirá en unos meses 40 años de edad, solamente tiene en mente cerrar con todo la temporada para aspirar a un boleto para la postemporada.

“Estoy viviendo aquí, ahora mismo. Tenemos que hacer un esfuerzo. Tenemos que jugar un buen futbol, un gran futbol. Eso comienza aquí conmigo. No me pueden atrapar mirando al final porque necesito concentrarme aquí, esta semana”, dijo en conferencia de prensa el mariscal de campo que ha ganado dos anillos de Supertazón.

Pittsburgh tiene marca de 6-6-1 y está en el fondo de la División Norte de la AFC. La buena noticia para ellos es que Baltimore, el primer sitio, tiene récord de 8-5.

Los cuatro siguientes duelos de Acereros podrían ser los últimos de Big Ben en la NFL, por lo que los aficionados saben que el reloj está cada vez más cerca de detenerse.

Con todo y que es un veterano de 18 temporadas en la Liga, Roethlisberger no lo está haciendo nada mal. En los últimos ocho duelos tiene 15 pases de anotación y solamente tres intercepciones, pese a tener una de las peores líneas ofensivas de la NFL.

En la temporada, ha lanzado para 3 mil 66 yardas, con 19 touchdowns y siete intercepciones.

Acereros jugara cuatro finales en lo que resta de la campaña regular, recibe mañana a Titanes, luego visita a Jefes, posteriormente le hace los honores a los Browns, y cierra en casa de los Cuervos.

Los fans deberán de aprovechar para ver a Roethlisberger, pues es el fin de una era para los Steelers, y seguramente lo recordarán tanto o más que al legendario QB Terry Bradshaw.

Diego Martínez I Agencia Reforma