El técnico de Pumas, Miguel González Míchel, no se preocupa por la racha de no poder ganar como visitantes, ya que el equipo va a dejar todo en las últimas jornadas del torneo Apertura 2019.

“Nos da igual (jugar) fuera que dentro de casa, no pensamos en eso, pensamos en jugar bien, en estar a la altura del rival, en traernos los tres puntos para volver a estar con muchas posibilidades. Sabemos que quedan cinco partidos y entendemos que ganando tres estaríamos dentro y es lo que vamos a intentar”, dijo, agregando que espera obtener 9 de los 15 puntos en disputa para meterse a la fiesta grande.

“La presión va innata a defender una playera como la de Pumas, no sé vivir sin esa presión, prefiero estar
con esa tensión porque me hace ser mucho más competitivo. Estamos fuera, pero con poca distancia para meternos otra vez a zona de liguilla, seguimos siendo optimistas”.

El estratega español señaló que los Gallos son un cuadro que ya no da miedo.

“Nuestra mentalidad es ir a ganar a Querétaro, que es un equipo que al principio podría parecer sorprendente, pero ya no es sorprendente, es un cuadro con mucha iniciativa y capacidad de llegar al área rival; vamos a tener un partido duro porque no hay tanta distancia entre los dos equipos”, precisó.

Carlos González y Nicolás Freiré realizaron ayer trabajo diferenciado y confían en que estén listos para el juego del sábado. El que quedó descartado fue Luis Fernando Quintana, quien tuvo una lesión muscular mayor y se encuentra en rehabilitación.

Alan Mozo y Juan Manuel Iturbe acudieron a un compromiso publicitario del club, por lo que entrenaron
por separado.

Míchel lamentó lo ocurrido el fin de semana en San Luis y dijo que hay que erradicar la violencia del futbol.

“En cualquier caso a todo ese tipo de gente que pone el futbol como excusa hay que aislarlo en la medida de lo posible, no es bueno ver situaciones como la que se vio en San Luis, envenenan al futbol y hay que erradicarlo como sea”, agregó el estratega.

Alejandra Benítez Agencia Reforma