Una vez más, el futbol mexicano trae a una estrella del futbol mundial para ser parte de su entorno. Ahora es uno de los jugadores más brillantes de la historia y figura indiscutible del deporte internacional: Diego Armando Maradona.

El rey de los escándalos extradeportivos llega a México con un extraordinario fenómeno mercadotécnico y de comunicación que causa su sola presencia en el banquillo de Dorados de Sinaloa. Pero, más allá de ese boom mediático, el 10 argentino debe valorar algo: México es tierra de oportunidades.

Y creo que Maradona lo ve así, y por eso aceptó la oferta de un equipo del Ascenso MX. El Pelusa debe haberse empapado de lo que significa el futbol mexicano y todo lo que hay a su alrededor, ya que él quiere sobresalir en el banquillo, algo que podría mejorar bastante durante su estancia en este país.

Si de verdad se aplica en el trabajo y aprende del equipo técnico que le pondrá la directiva culichi, podríamos ver el salto de calidad de Diego en la dirección técnica. Sería algo maravilloso para el futbol mundial.

Cabe recordar que, en 2005, el español Pep Guardiola jugó en este mismo equipo sinaloense, en el cierre de su brillante carrera futbolística, para ser años después uno de los técnicos que ha revolucionado el balompié en
la actualidad.

Y Josep ha comentado en sus libros y en entrevistas que su estancia en México le ayudó para tomar la idea futbolística que transmitió al tomar las riendas del Barcelona, equipo al que hizo uno de los más exitosos de la historia.

Ese podría ser el caso de Maradona, que puede tener en tierra azteca la gran oportunidad para brillar como timonel, y lograr nuevamente en este suelo éxito en su trayectoria, como fue en 1986 en aquel Mundial en el que se convirtió en un D10S para los argentinos.

Confío que la estancia del Diego sea exitosa y pueda forjar un estilo en un equipo que se presta para ello, y que después pase a alguna institución más importante y demostrar de lo que está hecho. Que en estos meses veamos el resurgir de un gigante del futbol, que ahora pueda explotar desde la orilla de la cancha.

Y si esto no se da, al menos esperemos que este paso por México no esté lleno de escándalos. Pero démosle el beneficio de la duda al eterno 10 de la albiceleste, un gigante del deporte.

Alfonso Rivera