El futbol estaba en su vida, pero Aeroespacial decidió romper la tradición familiar para cambiar la cancha y los goles por el ring y las llaves.

A pesar que desde niño le inculcaron el correr detrás de un balón, este jovencito quiso ir más allá y ser diferente a los demás integrantes de su familia, por lo que se buscó un deporte de contacto que le cambiara el destino y desde hace cuatro años le da vida a un ágil luchador sobre los encordados.

“Empecé a entrenar como todo niño al que le gustaba este deporte. Mi familia es de futbol, de ir todos los domingos al campo a los partidos, pero yo no quería ser igual, así que busqué otra cosa y la lucha libre es mi pasión.

“Veía el Consejo Mundial, la Triple A y me emocionaba. Fue entonces que cuando ya tenía una edad adecuada para comenzar a entrenar, cuando iba a la secundaria, tuve la oportunidad de entrar con el profesor Starcross, quien me ha enseñado mucho. Después estuve con Platino y he entrenado también en la Arena San Juan Pantitlán, así que he obtenido una gran enseñanza”, comentó Aeroespacial.

Poco a poco ha ido creciendo en la lucha y se abre paso en cualquier oportunidad que se le presenta. Sabe que el camino aún es largo porque a sus 19 años sueña con llegar a lo más alto del pancracio.

Su esquina es la técnica y su estilo favorito el aéreo, aunque cuenta con las bases de la lucha a ras de lona bien cimentadas.
“Aún soy joven, pero creo que estoy en el camino para perseguir mis metas. Estoy agarrando experiencia porque sueño con llegar a ser una estrella del Consejo Mundial, de la AAA e ir a luchar a Japón.

“La gente me ha agarrado muy bien y eso me motiva. Les gusta mi trabajo y me seguiré esforzando. Sé que falta mucho por hacer, mucho camino por recorrer y cosas por aprender, pero éste es mi sueño y le estoy echando todas las ganas”, concluyó el enmascarado.