El sentimiento en el vestuario de la Seleçao era de absoluta frustración. Renato Augusto, autor del gol en la derrota 2-1 ante Bélgica ayer en cuartos de final, lo comparó con “la muerte de un ser querido”. En efecto, el Mundial Rusia 2018 murió para Brasil.

“Es una noche horrible, duele ser eliminado, no hay ninguna explicación”, confesó con dolor el lateral izquierdo Marcelo.

Fernandinho, en su propio arco a los 13 minutos, y Kevin De Bruyne, a los 31, marcaron los goles de Bélgica, que en 13 participaciones históricas en la Copa del Mundo consigue por segunda ocasión clasificar a semifinales.

Renato Augusto, a los 76, marcó el descuento de la Seleçao que aspiraba a disputar su duodécima semifinal mundialista y había llegado a Rusia como una de las candidatas al título.

“Para mi fueron mejores en los primeros 15 minutos. Pero después tuvimos ocasiones de gol en el primer tiempo, y pudo haber sido diferente. En el segundo tiempo dominamos, tuvimos las ocasiones, pero a ellos los salvó el buen portero que tienen”, destacó el defensor del Real Madrid.

Para Philippe Coutinho la eliminación es “un golpe duro” porque, a su juicio, “el equipo se había preparado para llegar hasta la final. Todo el mundo se entregó hasta el final. Seguramente vamos a recibir golpes (críticas) de todos lados. La vida sigue, el futbol es así, lo cierto es que nos quedamos tristes porque queríamos ser los ganadores, como todo Brasil”, apuntó el volante del FC Barcelona.

Muy crítico con su rendimiento individual durante el torneo, en el que debutó pero no logró marcar un gol, Gabriel Jesús calificó como “frustrante” su desempeño.

“Va a ser muy difícil asimilar esto, parece que hubiesen sacado un pedazo de mí”, sostuvo el delantero del Manchester City, quien llegó a Rusia 2018 con altas expectativas.

AFP I Kazán