La pronta eliminación en el repechaje y la cuota de goles en contra cobraron factura en Tigres, que viene de uno de los peores torneos de Ricardo Ferretti con los auriazules, aunque una nueva esperanza se asoma con Miguel Herrera.

El Piojo ha dado resultados inmediatos en el primer torneo en anteriores clubes, como en el América, en el que hizo 32 puntos en el Clausura 2012 o 30 en el Apertura 2017, en el inicio de su segunda etapa.

Acostumbrado a clasificar a liguillas, incluso con equipos como Atlante y Tecos, Herrera también llegó a la final en su primer torneo con Monterrey, en el Apertura 2004.

En el torneo pasado, Tigres acumuló 23 puntos, su cifra más baja desde que hizo 21 en el torneo Clausura 2014, al tiempo que recibió 20 goles por primera vez desde el Apertura 2013.

“Estamos conscientes de que no fue un gran torneo en la parte defensiva, veníamos

acostumbrados a ser un equipo sólido y buscaremos que así sea”, dijo Herrera.

Tanto en conjunto como en lo individual, los felinos lucieron grises en el primer semestre del año, incluso su goleador histórico André-Pierre Gignac solo marcó tres goles, por lo que el Piojo espera que recupere su nivel para el Apertura 2021.

“Tiene una situación que lo ilusiona a él: el que pueda jugar la Olimpiada, me encantaría que pudiera tener esa ilusión, que si se hace, feliz, que se prepare con todo y que regrese con esa determinación y esas ganas”, expresó.

Sobre Nicolás López y Leo Fernández, el nuevo entrenador aún no sabe si contará con ambos, por lo que se muestra ansioso de verlos en acción y tomar cartas en el asunto.

El primer partido de Herrera como técnico de Tigres sería ante Guadalajara, en un partido amistoso el 7 de julio en Edinburg, Texas.

Los felinos enfrentarán al Rebaño en el H-E-B Park, en el que sería el debut del Piojo y también podría verse en la cancha al fichaje bomba francés Florian Thauvin.

Arturo Sánchez I Agencia Reforma