Feliz de continuar con el legado.

Mini Makara, quien ahora da vida a este personaje histórico en la lucha libre hidalguense, se dijo preparado para el desafío, por lo que, de primera instancia, buscará platillos estelares de diversas empresas.

“(El personaje) viene de mucha gente; varios figuras que han portado este nombre (…) Es el momento que me toca a mí de portarlo con mucho respeto”, expresó el gladiador.

Comentó que cuenta con el respaldo de una dinastía de luchadores que encabeza Gasparín Sr., su papá; aunque en sus inicios batalló, expresó que con el entrenamiento día a día se fue enamorando del pancracio.

“Tengo varios tíos, primos que están en este bonito deporte. Al principio decía: ‘está complicado’, pero no. Bendita lucha libre”, señaló.

Con 10 años de trayectoria, compartió que ya ha tenido presentaciones en la zona sur del país, con giras en Tabasco y Chiapas. También pisó Veracruz, Querétaro y Ciudad de México.

Compartió que este 2019 se enfocará en instruir a las nuevas generaciones, pues manifestó que actualmente es el guía de varios pequeños que aspiran a ser gladiadores: “Tengo muchos proyectos; ahorita vienen varios compañeros, varias personas que estoy entrenando. Todo bien, dándole gracias a Dios por estar en este bendito deporte.

Asimismo, dijo que lo más complicado que ha vivido en su carrera son las lesiones; incluso, a principios de 2018 sufrió una, pero se fue recuperando para volver renovado al ring.

“En las lesiones no importa cuántas veces te caigas, sino cuántas veces te levantes y sigas caminando”, analizó el gladiador.

Pese que en su trayectoria tiene varios campeonatos y máscaras –una de las más representativas es la de El Loquito de Tulancingo–, aseguró que su mayor satisfacción es cumplirle a su público: “Lo que más me agrada que la gente se vaya con buen sabor de boca”.

Remató que otra meta que tiene es formar una dupla letal con su hermano Hijo de Gasparín: Algo así como Fénix y Pentagón: los Lucha Brothers”.

Alejandro Velázquez I Pachuca