Un día como hoy, pero de 1917, nació en Tulancingo El Santo, el máximo representante de la lucha libre mexicana.

Rodolfo Guzmán Huerta, su nombre de pila, fue el quinto de los siete hijos que tuvieron Josefina Huerta Márquez y Jesús Guzmán Campuzano, quienes, posteriormente, se trasladaron a la Ciudad de México.

En la arena Peralvillo Cozumel, en el corazón de Tepito, arrancó su camino en los cuadriláteros, instruido por Black Guzmán, su hermano.

Sin embargo, de regreso a casa, en la primera Arena Afición, detrás del cine Iracheta, el gladiador estadunidense Jack O´Brien descubrió al hidalguense y lo encauzó a la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL), ahora conocida como Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL).

Primero se presentó con el nombre Hombre Rojo, posteriormente, lo hizo como el Murciélago Enmascarado, personaje que dejó por conflictos con el Murciélago Velázquez.

Jesús Lomelí, instructor de la EMLL, le propuso tres nombres para continuar su carrera en el pancracio: El Ángel, El Diablo y El Santo; su elección, como todos sabemos, fue el último mencionado.

Su primer duelo importante con este personaje fue el 26 de julio de 1942, en la arena México, donde venció a Bobby Banales; después, hizo lo propio ante Lobo Negro y Dientes Hernández.

Al siguiente año, cobró venganza al Murciélago Velázquez, en combate en el que le arrebató el título medio, logro que elevó su popularidad.

En noviembre de 1943, luchó por primera vez a lado Gory Guerrero, en lo que sería el inicio de La Pareja Atómica.

En marzo de 1946, obtuvo su primer título mundial, el cual dejó vacante Jack Reynolds; en el camino dejó al Murciélago Velázquez y Jack O´Brien. Ya en la final, venció al búlgaro Pete Pancoff.

La rivalidad con Blue Demon nació en 1952, cuando trato de tomar venganza de Black Shadow, quien fue desenmascarado por El Santo. Ambos brindaron combates épicos en diversas partes del país.

Guzmán Huerta puso fin a su carrera el 12 de septiembre de 1982, en una función que se llevó a cabo en el extinto Toreo de Cuatro Caminos, donde, al lado de Huracán Ramírez, Gory Guerrero y Solitario, enfrentó al Perro Aguayo y los Misioneros de La Muerte: Texano, Negro Navarro y El Signo.

Murió el 5 de febrero de 1984 a causa de un infarto, a los 66 años; fue sepultado ante 10 mil personas en Mausoleos del Ángel.

Su legado está inmortalizado en el Museo del Santo, en Tulancingo, que abrió sus puertas hace 10 años; lugar en el que también fue edificada su primera escultura, a finales de los noventa.

El año del centenario de su natalicio, obtuvo el Premio Nacional del Deporte, en la categoría post mortem, la cual se estrenó aquel 2017.

Alejandro Velázquez I Pachuca

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