Cuando los Pumas más necesitan de Juan Ignacio Dinenno, el argentino tiene la pólvora mojada, y desde la fecha 12, en que anotó su último gol, no ha vuelto a mecer las redes.
El delantero es uno de los inamovibles del técnico, Andrés Lillini, suma 16 encuentros como titular y mil 333 minutos jugados, pero ha perdido contundencia.
En esta campaña lleva 8 goles, anotados en 6 jornadas, marcando doblete en las dos primeras fechas, cuando los universitarios se enfrentaron a Gallos Blancos y al Atlas.
El encuentro en que menos minutos tuvo fue en el de la fecha 11, cuando visitaron al León, pues el estratega solo lo dejó en el terreno de juego por 61 minutos.
Dinenno es disciplinado fuera de las canchas, de los que mejor se cuidó durante el confinamiento, pues regresó en su peso y con una buena condición física; en el torneo es de los titulares que no se han contagiado de Covid-19, ya que ha seguido al pie de la letra las indicaciones y el protocolo sanitario.
En el renglón de la disciplina en el terreno de juego es donde suele tener una de sus mayores fallas, pues no se controla y reclama todo tipo de jugadas, situación que lo ha llevado a sumar 5 tarjetas amarillas.
Los adversarios han aprendido a tomarle la medida y el equipo extraña su juego aéreo y viveza en el área.
Luego de haber estado en la pelea por el título de goleo individual, prácticamente dejó esta lucha en manos de Jonathan Rodríguez y André-pierre Gignac, quienes tienen 12 y 11 goles, respectivamente.
Alejandra Benítez I Agencia Reforma