Aún no arrancan los Juegos Olímpicos y Japón ya se llevó el oro. Las medallas que entregará esa nación a los atletas en la justa deportiva que inicia el viernes, no tendrán desperdicio, ya que fueron hechas con basura electrónica reciclada para promover una sociedad sostenible y amigable con el medio ambiente.
Entre abril de 2017 y marzo de 2019, el comité organizador realizó el “Proyecto Medalla Tokio 2020” que recolectó aparatos electrónicos usados -entre ellos más de 6 millones de teléfonos celulares- para extraer los metales para las preseas.
Así, los ciudadanos nipones aportaron 78 mil 985 toneladas de “basura” que sirvió para fabricar unas 5 mil medallas de alrededor de 500 gramos cada una.
La presea áurea pesará 556 gramos y tendrá más de 6 gramos de baño de oro sobre plata pura, la medalla de plata pesará 550 gramos de plata pura y las de bronce, de 450 gramos cada una, estarán hechas de latón rojo, es decir, 95 por ciento de cobre y 5 por ciento de zinc.
Hace cinco años, las medallas de Río 2016 fueron consideradas las más ecológicas de la historia, ya que las de plata y bronce se fabricaron con un 30 por ciento de materiales reciclados.
Ahora, las diseñadas por Junichi Kawanishi ya son históricas por estar hechas totalmente con desechos electrónicos.
José Celestino I Agencia Reforma
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Los Juegos Olímpicos son uno de los eventos que paralizan al mundo cada par de años, junto con el Mundial de Futbol; sin embargo, no todo comenzó de dicha forma.
En la Grecia antigua, cuando se desarrollaron las primeras competencias de su tipo, el imperio heleno otorgaba un periodo de tregua denominado ekecheiria (apretón de manos), en el que se impedía realizar guerras tres meses antes y tres meses después de la justa, con la intención de que los representantes llegaran lo mejor posible al torneo.