Dieciocho personalidades ingresaron anoche al Salón de la Fama del Futbol de Pachuca
Las luminarias del futbol nacional e internacional ahora iluminaron León, ciudad que anoche albergó la doceava ceremonia del Salón de la Fama.
El teatro Bicentenario fue el punto de reunión para parte de las 18 figuras que conformaron esta generación, cuyo legado en el balompié seguirá inmortalizado en el recinto de Pachuca.
La ceremonia abrió con unos emotivos mensajes de José Antonio la Tota Carvajal y José Alfredo Jiménez, hechos con inteligencia artificial (IA), en los que dieron la bienvenida a los asistentes a la gala. Posteriormente, una estudiantina entonó El rey para abrir la ceremonia.
Enseguida, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, envió su mensaje una vez más mediante un video, en el que, además de felicitar a los investidos, también reconoció a Grupo Pachuca por clasificar a sus dos equipos (Tuzos y León) al primer masivo Mundial de Clubes 2025.
Carlos Salcido fue el primero en ingresar a la inmortalidad: “Me están regalando una noche increíble. Agradecer a todas las personas que me ayudaron a ser parte de la historia.
“Me gustaría regalarme cinco palabras a Carlos Salcido de Carlos Arnoldo Salcido Flores: ‘La rompiste, hijo de puta”’.
Enseguida tocó el turno de Iván Zamorano, uno de los investidos de la división internacional que también tuvo una fuerte conexión con México.
“Es un privilegio estar acá y compartir esto con grandes deportistas, que uno sigue aprendiendo de ellos. Me siento contento y honrado por lo que pude lograr”, expresó el Bam Bam.
Antonio Naelson Sihna, el hombre orquesta del medio campo, regaló uno de los momentos más emotivos al expresar, entre lágrimas, su mensaje de agradecimiento s su familia y compañeros que tuvo en cada uno de los equipos que militó.
Por su parte, Kristine Lilly fue la primera representante femenina de esta doceava generación en entrar al Salón de la Fama.
Después tocó el turno a Hernán Cristante, uno de los dos representantes escarlatas de la noche en la investidura, haciendo un recorrido por toda su trayectoria, recordando que sus mayores glorias las vivió en Toluca, de la mano de Enrique Meza: “Me recordó que un equipo de futbol es una extensión de la familia”.
Dentro de la misma división de Futbol Nacional, tocó el turno a Rodrigo Ruiz, uno de los extranjeros más productivos que han jugado en México.
En su mensaje, el Pony recordó su paso por los Tuzos del Pachuca, equipo al que reforzó en la segunda ronda de la Copa Libertadores 2005, aunque su estancia en la Bella Airosa fue de apenas dos partidos de octavos de final.
Cómo en cada edición, hicieron un breve homenaje a personalidades ligadas al futbol que murieron el último año, como César Luis Menotti, Franz Beckenbauer, Mario Zagallo, Bobby Charlton, Sven Goran Erickson y Paco Villa, entre otros.
La ceremonia continuó con el reconocimiento para Jaime Belmonte, anotador del primer gol con el que la selección mexicana sumó su primer punto en un Mundial, ingresando a la inmortalidad como Decano, al lado de Walter Ormeño y Sepp Maier.
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David Beckham y Andrea Pirlo fueron reconocidos a distancia, ya que ninguno viajó al Bajío; incluso, el inglés no dio respuesta a Antonio Moreno, director del Salón de la Fama, mientras que el italiano, al menos, envió un saludo a través de un video.
La gala presencial se reanudó con la investidura de Omar Bravo, Esther Mora y José Luis Chilavert.
“Jugar 25 años al futbol no fue fácil. Es muy reconfortante que se acuerden de las personas que hemos dado todo por este deporte”, dijo el arquero guaraní.
Diego Simeone y Oliver Kahn también fueron investidos a distancia, luego de que sus compromisos no les permitieron viajar.
Ricardo Peláez fue el penúltimo en ingresar al recinto de los inmortales, al cual accedió debido al “romance” que siempre tuvo con las redes en los clubes que defendió, así como en su paso por la selección mexicana.
La doceava ceremonia de investidura tuvo un cierre de 10, con el reconocimiento estelar a Juan Román Riquelme, quien llegó in extremis a León.
“Yo soñaba con jugar al futbol desde niño para comprarle la casa a mi mamá. Después, debuté en Boca y ahí comenzó la película más hermosa de mi vida. Nunca pensé que ser jugador de futbol iba a ser tan lindo: conocer el mundo, diferentes culturas y que la gente te dé un cariño maravilloso”, finalizó el orquestador argentino.