El Tarasco es una leyenda hidalguense de los encordados, que ahora, con su experiencia, disfruta de su etapa de instructor para las nuevas generaciones.

Luego de 43 años de trayectoria, el enmascarado compartió que se vio forzado a dejar su actividad por enfermedad, que actualmente ya superó; ahora, dijo, se enfoca en guiar a los jóvenes que optan por practicar este deporte.

“Me detectaron cáncer en la próstata y tuve que dejar de luchar, pero ya estamos bien y ahora trabajando en enseñarle a la juventud este bonito
deporte”, comentó.

Tarasco cree que en la actualidad hay una buena camada de gladiadores; no obstante, ve necesario que estos salgan del estado para nutrirse con diversos conocimientos de otras escuelas.

“Hay mucho elemento muy bueno; falta guiarlos (…) que salgan fuera de Pachuca, es un monopolio el que aquí tienen. Deben de salir a otras partes de la república para hacerse buenos luchadores”, comentó.

Sobre su trayectoria, en la que compartió el ring con gente del Consejo Mundial de Lucha Libre, Triple A e Independiente, comentó que ser luchador ha sido satisfactorio y complicado, por todos los sacrificios y éxitos que conllevan.

De entre sus logros, el enmascarado destacó el campeonato de tríos y welter del Estado de México, el de tríos de la Arena Aragón; así como 30 máscaras y las cabelleras del legendario Cuchillo y el Gran Polaco.

Finalmente, sobre el Premio al Mérito Deportivo que recibió, dijo que es una recompensa al esfuerzo que ha realizado dentro y fuera de los encordados.

“Es un reconocimiento muy bonito, de mucho esfuerzo y mucha dedicación; son muchos años de ir luchando y recorriendo lona, pero es muy bonito recibir esto”, remató.

Alejandro Velázquez I Pachuca