Por más que algunos quieran ver como normales las calenturas y actos violentos del futbol, con su discurso de que “lo que pasa dentro de la cancha, se queda en la cancha” no podemos dejar de lado la actitud del señor Agustín Marchesín al patear al canterano Arturo Sánchez en el interescuadras del América del martes.

Lo que me pareció increíble fue la manera en que el propio juvenil azulcrema agredido fue el que menos se quejó… Recibió el patín del arquero, estuvo tirado unos segundos, se levantó y se retachó a su zona sin siquiera voltear a ver a Marchesín.

Curiosón como soy, pues me puse a investigar por qué había actuado así y, tristemente, confirmé que en el Club América hay “clases sociales”.

Alguien que vio muy cerca lo que ocurrió, del lado del afectado, no tuvo empacho en responder a la pregunta ¿por qué Sánchez no le contestó a Marche? de una manera tan humilde que hiere:

“Aquí en el Ame hay jerarquías, ¿cómo le vas a contestar a Marchesín?”.

Por supuesto, casi me voy de espaldas al escuchar semejante respuesta, porque a todas luces vimos que al juvenil le dolió gacho el patadón de Marchesín, quien sólo confirmó su fama de manchado con los canteranos del América, pues ya entrados en plática, me contaron que no es la primera vez que el portero les hace pasar un mal rato.

Resulta que ya antes, en otro interescuadras, al meta azulcrema se le hizo divertido ponerse a insultar a los chavitos que tenía como rivales cuando fallaban oportunidades ante su arco o cuando les atajaba las pelotas, lo cual supongo que no ha de jugar mucho a favor de la autoestima de los delanteros del futuro en Coapa.

Y bueno, yo no soy quién para decirles, pero si hay alguien que ya se creó una famita de ser de “carácter complicado” en El Nido, ese es Marchesín, al que más de uno de sus compañeros en el primer equipo lo ha etiquetado como el enojón del grupo, por decirlo de una manera amable.

Ahhhh, pero él dice sin problemas en su cartita de disculpas en Twitter que “los que me conocen junto con mis compañeros saben cómo soy y lo que soy. Eso es lo que me deja tranquilo”… Qué bueno que estás tranquilo, mi “Marche”…

Lo que hace la distancia

Cuando hablamos de futbol, está cañón la diferencia que pueden hacer 220 kilómetros.

Mientras que este sábado 15, a sabiendas que va a competir contra el tradicional Grito de la Independencia y, sobre todo, la pelea del Canelo contra mi compadre Golovkyn, el América seguramente se vio forzado a poner sus boletos para el partido contra Morelia a precios hasta de risa -15 pesos en la parte alta que usualmente cuesta 100 y ya es barata-; y para el viernes siguiente, la banda que quiera ir a ver al Ame visitar al Puebla, tendrá que pagar casi el 200% más por un boleto de lo que suele erogar cada 15 días por ir al Estadio Cuauhtémoc (boletito en Rampa Poniente que costaba 110 varitos, para el 21 bailará en 320)…

Lo simpático del asunto es que si el juego en Puebla fuera este sábado, con todo y grito y pelea, seguro también le suben…

San Cadilla I Agencia Reforma