Un gol que vale tres puntos, un liderato y un golpe en la mesa antes de la entrega hoy del Balón de Oro en París.

Leo Messi anotó el 1-0 con el que el Barcelona derrotó ayer al Atlético de Madrid en un épico partido bajo la lluvia que bajó el telón de la decimoquinta fecha de la Liga.

Con estos tres puntos en el Wanda Metropolitano el conjunto culé dio caza al Real Madrid, que ganó el sábado al Alavés 2-1 en Vitoria.

Pese a la intensidad y las ocasiones para ambos equipos, parecía que ninguno de los dos arqueros, el esloveno Jan Oblak y el alemán Marc André Ter Stegen, dos de los mejores del mundo, tendrían que recoger ningún balón del interior de su arco.

Cuando el 0-0 parecía un mal menor para ambos, Messi salvó por enésima vez a los suyos tras una buena triangulación con el uruguayo Luis Suárez que el astro argentino culminó con un gran remate ajustado con la zurda (86´).

En el primer acto, Gerard Piqué estuvo a punto de inaugurar el marcador cuando estrelló en el minuto 42 un remate de cabeza en el larguero.

Pero el Atlético del Cholo Simeone no pecó de conformista y gozó de claras opciones de gol, como un remate de Álvaro Morata que detuvo Ter Stegen (39´), quien mantuvo a su equipo en el partido.

Nominado para la primera edición del trofeo Yashin, que premia al mejor arquero del año, el meta blaugrana tocó a la puerta de los periodistas que conforman el jurado con su actuación en Madrid.

El francés Antoine Griezmann, con pasado rojiblanco pero fichado el pasado verano europeo por el cuadro azulgrana, recibió constantes abucheos por parte de la que fuera su afición durante cinco temporadas, y apenas participó del juego ofensivo visitante.

Esta victoria asegura emoción e igualdad entre los dos gigantes del futbol español de cara a su duelo en el Camp Nou en dos semanas.

Madrid | AFP