El Estadio Azteca le quema a los Pumas.

Con un hombre de más durante 75 minutos, el conjunto universitario apenas pudo rescatar el empate 1-1 ante América, que estuvo a nada de lograr una nueva hazaña en el Coloso de Santa Úrsula.

La expulsión de Sebastián Córdova al 16’, tras una artera plancha sobre Juan Pablo Vigón, le abrió el camino a Pumas, que en lugar de asediar el arco de Guillermo Ochoa optó por un futbol timorato y que estuvo a nada de hacerles pasar una noche bochornosa.

América, apático durante la primera parte y otro tanto en el complemento, hizo lo que pudo con un 11 que todavía luce desconectado y que se sostiene de milagros, como el que ayer representó Federico Viñas, un uruguayo que en un minuto en la cancha ya tiene más goles que Oribe Peralta en todo el Apertura 2019.

Con más garra que idea, América mordió los espacios del conjunto universitario, que sufrió cuando Giovani dos Santos y Fernando González empezaron a conectar en el medio campo.

Al 77’, Álvaro Galindo, quien ayer apareció en la banca de las Águilas ante la ausencia de Miguel Herrera por expulsión, colocó a Viñas, quien no tardó nada en imponerse con su poderoso físico.

El uruguayo encontró un espacio en el área y, tras un pase accidentado de Gio, disparó a las redes para marcar el 1-0 y desatar la locura en el Azteca, que esperaba todo, menos un gol de su apático equipo.

Solo el mazazo de Viñas fue capaz de despertar a unos Pumas que hasta ese momento lucían aterrorizados ante el escenario, como la última vez que lo pisaron y volvieron a casa con un 6-1 en contra.

Esta vez no existió tal tragedia, porque al 80’, Bryan Mendoza sacó un balazo desde fuera del área y, con ayuda de Guillermo Ochoa, igualó el partido.

América no hizo más que replegarse ante unos felinos envalentonados, con Juan Manuel Iturbe como su hombre más punzante.

El tiempo no fue suficiente para Pumas, que ya suma seis partidos sin ganar en el Estadio Azteca ante unas Águilas, a las que ayer les cayó otro milagro.

Staff I Agencia Reforma