El Exótico continúa haciendo historia en el pancracio estatal. El Hombre de la Mariposa festeja hoy su onomástico 50 y 30 años de trayectoria en los encordados, la cual ha sido labrada a base de esfuerzo y dedicación, pues no cuenta con el respaldo de ninguna familia luchística, al no ser el junior de ningún personaje.
“Son 30 años de sacrificio, de golpes y tantas cosas”, comentó el legendario gladiador pachuqueño en entrevista.
Influenciado por El Santo, Black Shadow y Huracán Ramírez en su niñez, fue como le tomó el gusto al arte de gotch; posteriormente, en su adolescencia tuvo sus primeros entrenamientos, bajo la instrucción de Leopardo.
“Era un juego. Yo lo hacía más para ver qué se sentía volar, que se sentía una patada en el pecho, un manotazo, y me gustó”, compartió el gladiador, quien dijo que enseguida le exigió a su profesor todo el arte de los costalazos.
El talento natural para este deporte lo llevó a completar su formación en Ciudad de México, donde Andrés González El Impala, quien perdió la vida el año pasado a causa del Covid-19, terminó por darle las últimas bases.
La recompensa de seis años de trabajo vio frutos en la Arena San Juan Pantitlán, en Nezahualcóyotl, Estado de México, con su debut profesional ante un rival japonés, quien lo “estrenó” con una abertura en la ceja.
Primero comenzó su trayectoria como Capitán Arpón; posteriormente, encarnó el personaje de Avispón Verde, con el cual perdió la máscara.
Tras ese primer amargo sabor, pensó en abandonar la lucha libre, hasta que el Títere Plus le ofreció la indumentaria de El Exótico, cambiando su destino a un rumbo inesperado.
Volvió a la capital del país, con su segundo maestro, para perfeccionar los ademanes; incluso, compartió que La Diabólica le enseñó a caminar de forma “sensual” sobre el cuadrilátero.
Una vez afianzada su carrera, trató de proyectase en el Consejo Mundial de Lucha Libre y Triple A; sin embargo, su físico fue impedimento en la primera, mientras que la tres veces estelar le pedían portar el personaje de Venum.
“Toqué muchas puertas, pero fue muy difícil; sobre todo una persona como yo, que es muy delgada. Quise entrar a las empresas grandes; la de Antonio Peña me daba la oportunidad, pero no me dejaban luchar con mi nombre”, comentó.
Aun sin el respaldo de ambos corporativos, El Exótico logró recorrer los principales escenarios de la República mexicana, como Monterrey, Guadalajara y Puebla, así como otras ciudades en las puso en alto el nombre de la entidad frente a ídolos locales.
De las giras que realizó, logró el campeonato de parejas de Querétaro, así como también obtuvo fajines importantes en la entidad, como el de peso welter de Hidalgo, que solo leyendas de la entidad han lucido en su cintura, al igual que los cinturones de parejas y de tríos de Tulancingo.
“Son cosas que te dejan satisfacción de haber ganado y haber logrado algo”, expresó el esteta, quien también presume la cabellera de Bugambilia –heredero de los Alvarado Nieves– y la máscara de Colmillo Blanco, otra leyenda viviente de Pachuca.
Durante su carrera le ha hecho frente a elementos nacionales, como Dr. Wagner Jr., Tinieblas, Místico, Volador Jr., Último Guerrero, L.A. Park, entre otras figuras.
Aunque no todo han sido miel sobre hojuelas, pues en dos ocasiones la lucha libre puso en peligro su vida: la primera, cuando tras un azotón sufrió movimiento de masa encefálica, haciendo una pausa obligatoria de dos años; en tanto, la más reciente, en septiembre de 2018, con una lesión en las cervicales, volviendo hasta principios de 2019.
Por último, compartió que, pese a sus más de tres décadas, cada vez que sube al rombo de batalla vive la misma sensación que la primera vez: “Los nervios nunca se te acaban;
hasta la fecha me dan nervios”.
Alejandro Velázquez I Pachuca
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