Abrazado por su madre, Marisela Aguirre, Miguel Herrera todavía no digería las emociones por su segundo título de liga, y también contra Cruz Azul, cuando se desvivió en agradecimiento a los jugadores.

En una semana polémica en la que mucho se habló del efecto Peláez en la Máquina, el Piojo le dio todo el mérito a los suyos por una exhibición casi perfecta.

“Gracias, gracias, por lo que han hecho, gracias, por su entrega y su determinación. Afortunadamente hicimos un partido rayando en lo perfecto”, dijo el técnico azulcrema.

El Piojo soñaba con dedicarle este título a su familia y en especial a su nieto Óscar.

Entiende que afortunadamente el América fue mejor que Cruz Azul, el mejor equipo de la fase regular.

“Iba a ser el partido muy peleado y súper disputado. Ellos son un equipo muy sólido, por algo fueron el mejor equipo del torneo, pero al final nosotros fuimos mejores”, mencionó.

De paso zanjó la polémica sobre de quién es casa el Estadio Azteca.

“Ya lo dije, la casa pertenece a la institución que es dueña del club América. Hoy Cruz Azul también es su casa, es un inquilino, pero si rento una casa no digo ‘vivo en la casa rentada’, vivo en mi casa, pero es casa del club América porque el dueño del Estadio Azteca y del América es el mismo”, expresó.

Enfrentar a los celestes en estas instancias es algo que le sienta bien al Piojo, debido a que su primer campeonato fue precisamente ante este rival en el Clausura 2013.

Con este título, el extécnico de la Selección Mexicana de futbol termina con un dominio de 10 torneos consecutivos conquistados por estrategas extranjeros; de hecho, él había sido el último mexicano en ser campeón.

El técnico más exitoso en toda la historia del futbol mexicano es Ignacio Trelles, con siete títulos, seguido por Raúl Cárdenas y el brasileño Ricardo Ferretti, con seis, así como por Javier de la Torre, Manuel Lapuente y Víctor Manuel Vucetich, que suman cinco.

Edgar Contreras  I Agencia Reforma