Si alguien no cabía de la felicidad en el Gigante de Acero, esa era Desireé Monsiváis, quien gritó, bailó y corrió como nunca para festejar el título de las Rayadas del Monterrey.
La atacante albiazul fue clara, la perseverancia y el trabajo, llevaron al equipo a conseguir lo que tanto querían tras meses y años de sufrimiento.
“Me deja una lección muy grande, porque teníamos una ventaja, nos habíamos caído dos veces y lo más importantes es que somos constantes, nos levantamos y hoy estamos aquí disfrutando este momento que es efímero, hay que disfrutarlo porque el semestre que viene nos van a querer tumbar y hay que ser fuertes, sabiendo que el campeón tiene que hacerse cada vez más grande, estamos felices por el momento.
“Rompimos récord en puntos, campeón de goleo, campeonas, qué más se puede pedir, un torneo perfecto, y si lo crees lo creas, yo creo que esa frase, encaja perfecto en Rayadas”, dijo tras dar la vuelta olímpica en el BBVA.
Del rival, las Tigres, dijo que fue muy digno ya que siempre luchó en el campo.
“Es un clásico, ellas son un digno rival, son las mejores, eran las campeonas, pero ahora nos toca nuestro momento y el futbol es de momentos”.
Érick Rodríguez I Agencia Reforma