Diamante Azul está de vuelta.

El enmascarado dejó atrás los problemas que le provocó una hernia inguinal y amenaza con destrozar a todo aquel que se ponga en su camino.

La semana pasada se presentó en la Arena Puebla, después lo hizo en la Arena México, en la que repetirá este viernes, pensando en pasar lista de cara al Grand Prix y el 86 aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), que están en puerta.

“Desde enero estaba arrastrando una lesión. Primero pensé que se trataba de la ingle, regresé a luchar, pero me volví a lesionar. Así me sucedió en un par de ocasiones. Fui al médico y resultó que era una hernia inguinal.

“Estuve fuera tres meses. La recuperación no fue nada sencilla, pero ya pasó y me siento muy contento por volver. La verdad es que ya me urgía pisar el ring y ahora voy por todo. Le di duro a la rehabilitación, pues una lesión no es nada fácil, pero ya estamos listos”, comentó Diamante Azul.

El técnico tuvo que estar completamente parado, pues, por su condición, no podía realizar ninguna clase de esfuerzo, lo que hizo que ganara 10 kilos, por lo que ahora anda en los 118 de peso. Esta situación, sin embargo, no le preocupa al ya estar metido de lleno en el gimnasio.

En lo que sí es en reavivar sus rivalidades, ya que quiere estar presente en los grandes eventos que tiene planeados el CMLL.

“Ahí está Rush, a quien me encantaría quitarle la cabellera. Ya acabé con su papá, (Bestia del Ring) ¿por qué no ir ahora por el mugroso de su hijo?”.

Jorge Marrón I Agencia Reforma