El duelo entre América y Chivas es el mejor ejemplo de que en los clásicos la estadística no cuenta.

Por su posición en la tabla, las Águilas podrían saltar al Estadio Azteca con la etiqueta de favorito el próximo domingo ante el Rebaño, y aunque eso parezca motivo suficiente para llevarse el resultado, la realidad es que pocas veces los de Coapa han sabido aprovechar su aparente superioridad en una circunstancia como la que se da previa al duelo de la jornada 11 del Apertura 2018.

En torneos cortos, esta será la vigésima tercera ocasión en la que el clásico se dé con los azulcremas en zona de liguilla y las Chivas fuera de los ocho primeros de la clasificación.

La primera vez que se vivió esta disparidad en la rivalidad más fuerte del futbol mexicano fue en el torneo Verano 97, duelo que terminó en un 0-0 en el Coloso de Santa Úrsula.

A pesar de que en 22 ocasiones las Águilas han visto desde arriba al cuadro tapatío, solamente los han podido vencer en ocho cotejos, siendo en la campaña del Verano 2001 la primera vez en la que los azulcremas se llevaron el duelo, 2-1, en casa del Guadalajara.

Chivas, al parecer, sabe lidiar con el papel de víctima, pues en esos compromisos ha ganado siete juegos; a pesar de la diferencia en la tabla, con un triunfo este domingo igualaría el registro de victorias de los de Coapa cuando estos llegan en mejor momento al clásico.

De hecho, un 2-0 sobre el América le sirvió al Guadalajara para encaminarse a la clasificación en el Apertura 2006, certamen que a la postre se llevó venciendo al Toluca.

Además, el Rebaño suele crecerse en el Azteca pues aun llegando al Coloso de Santa Úrsula fuera de la zona de liguilla, tiene un saldo de cuatro victorias, seis empates y tres derrotas.

Francisco Esquivel  I Agencia Reforma